Esta es la estampa más característica de la ciudad de Morella, reproducida miles de veces. Imagen tomada desde el Sureste.
Parten desde el castillo rodeando la población por completo, discurriendo a media ladera de la Mola del Castell. La ciudad de Morella con sus fortificaciones forma uno de los conjuntos defensivos más importantes de España.
Muy buen estado. Se conserva todo el recinto completo excepto una docena de metros derribados para construir la carretera, entre la Torre Redona y la Torre de la Font. Tanto la muralla como el castillo están declarados Monumentos Históricos.
Vista meridional de la ciudad.
Detalle del paramento del muro en un tramo situado en la parte septentrional, en las cercanías de la Puerta Ferrissa.
El recinto amurallado de Morella tiene una longitud de 2.500 m. y la altura de sus lienzos se sitúa entre 5 y 10 m. con un espesor de dos metros, todos almenados y con innumerables saeteras. Actualmente se conservan 7 puertas pero en el pasado había alguna más, y diversas torres, redondas, cuadradas o hexagonales, regularmente espaciadas, dando una gran vistosidad al conjunto. Todas ellas tienen nombre propio. Tras la muralla se encuentra la liza, adaptada para circulación rodada, que permite recorrer todo el interior de los muros observando la disposición interior de las defensas.
Comenzando desde el Norte, el primer elemento destacado con que nos encontramos es la Puerta Ferrisa. Fue la primitiva entrada de la fortaleza, por donde entró Blasco de Alagón en 1232 para tomar la plaza. Fue tapiada en 1347 y abierta de nuevo en 1649. Debido a su deterioro, el portón de madera claveteado y forrado con hierro, fue sustituído por una reja moderna metálica.
Este sector, incluída la Puerta Ferrisa ha sido restaurado recientemente, como se aprecia en la fotografía adjunta.
Entre la diversidad de la fábrica, subsiste un tramo de tapial. El portillo no era una salida al exterior, sino a una torre de la que tan solo queda su base.
Torre del Pantó o del Bordell: situada junto al burdel o “burdell” medieval. Es de planta cuadrada y, actualmente, se cubre con un tejado a dos aguas. Presenta numerosos impactos de artillería y cuenta con abundantes aspilleras. Junto a ella se abre una pequeña puerta. Se aprecian restos del foso.
La muralla desciende desde el castillo hasta el Portal de la Nevera con gran pendiente.
Portal de la Nevera: junto a los depósitos de nieve. Presenta un doble arco ojival y está flanqueada por dos grandes torres de planta cuadrada. Durante las guerras carlistas se abrió un foso frente a ella.
Portal de la Nevera, visto desde el interior.
Lienzo que va desde el Portal de la Nevera hasta la Torre del Rincón.
Torre del Rincón o del Trinquete: de planta cuadrada, tenía una amplia estancia cubierta con un tejado. También presenta algunos impactos de artillería. En esta torre la muralla realiza un brusco giro, llegando a ella en dirección Noreste y saliendo hacia el Este.
Torre del Rincón, restaurada, en 2021. Se han eliminado los impactos de cañón.
Portal de San Miguel: grandiosa puerta flanqueada por dos torres gemelas hexagonales. Es obra de Doménech de Soravall, de 1360. La puerta es ojival con los escudos de las casas reales de Aragón y Morella. Las torres tienen planta baja y dos pisos, donde actualmente se montan exposiciones. Hoy están almenadas pero antiguamente estaban cubiertas por un tejado inclinado.
Distancia existente entre la Torre del Rincón y el Portal de San Miguel.
Parte trasera o interior del Portal de San Miguel.
Lienzo que va desde la Puerta de San Miguel hasta la Torre Redonda. Este muro fue el más castigado por el bombardeo del general isabelino Oraá, antes de ser rechazado por Cabrera.
Torre Redonda o Redona en 2014: de forma circular. Albergaba un generador eléctrico.
La Torre Redonda en nuestra visita del año 2021.
Desde la Torre Redonda, la muralla desciende hacia la carretera.
Imagen de 2021.
Este es el único tramo en que falta la muralla. Se derribó un pequeño trozo para permitir el paso de vehículos.
Torre de la Fuente: una de las más antiguas (siglo XIV). Tenía dos alturas, planta cuadrada y era albergue de transeúntes. A la izquierda, imágenes de 2014, y a la derecha de 2021.
Se cree que Morella tiene su origen en la población celtíbera de Bisgarris, que luego correspondió a la romana Castra Elia, en la que Sertorio estableció sus cuarteles de invierno. Las obras de fortificación de la plaza debieron comenzar en el 180 a.C. En el año 303 estuvieron presos en sus calabozos San Valero y San Vicente, en su conducción a Valencia durante el gobierno de Diocleciano. En el año 706, Witiza mandó destruir los muros de la fortaleza romana. De ella se apoderaron los muslimes en 714, dándole el nombre de Maruela y reconstruyendo el castillo. En 1086, el Cid conquistó Morella, peo se perdió poco después. Alfonso I la conquistó a los árabes en 1114, abandonándola después de someterla a saqueo y obtener rico botín. Fue una de las seis fortalezas cedidas por Abuceit al rey de Aragón en el siglo XIII, aunque permaneció independiente. Fue conquistada Morella definitivamente por Blasco de Alagón en 1232, entrando por sorpresa y haciendo mal tercio a su rey Jaime I, de camino hacia Ares. Al enterarse el rey dió media vuelta y, a marchas forzadas llegó dos días después, reclamando sus derechos y adueñándose del castillo. Jaime I, tras memorable discordia donó la villa de Morella a Blasco de Alagón, nombrándole gobernador de por vida, pero reservándose el rey para sí el Caput Castri o torre Celoquia, como símbolo de autoridad. En ella le rindieron homenaje don Blasco y su hijo don Artal. Después de muerto don Blasco en 1250, donó el rey la villa a su esposa Violante, y muerta ésta, la incorporó a la Corona para no separarla nunca más.
Torre de la Fuente y el lienzo de la muralla que sigue descendiendo.
Torre Vieja, de la Vila o del Asperó: sus partes interiores fueron niveladas con la calle para permitir la circulación de vehículos.
El recinto amurallado actual fue levantado entre 1324 y 1330 sobre otro anterior del año 1084, muy arruinado por los sucesivos asedios cristianos. Fueron obra del maestro de obras Joan Aparisi, y continuadas algunos años después por Doménech de Soravall y Jaume Carrascull, cuando Pedro IV ordenó ensanchar los muros góticos y refortificar las puertas. Durante la Guerra de la Unión, en 1348, Morella se puso de parte de Pedro el Ceremonioso en sus guerras con Castilla. En 1414 se reunieron en Morella el Papa Benedicto XIII, el rey Fernando de Antequera y San Vicente Ferrer para tratar de solucionar el Cisma de Occidente. Morella tenía voto en las Cortes del Reino con categoría de Villa de Primera Clase. Las aldeas incluídas en su demarcación (Castellfort, Catí, Cinctorres, Forcall, La Mata, Olocau, Portell, Vallibona, Villafranca, Zorita, Chiva, Herbés, Ortells, Palanques, Todolella y Villores) contribuían con hombres, bagajes y dineros en las obras de utilidad pública. Durante las Germanías, a pesar de ir en persona Guillem Sorolla, no pudo convencer a los morellanos para que se unieran a la causa y sus tercios los combatieron. En 1691, Carlos II concedió la independencia y erección en villas de las aldeas de Morella.
Torre de Alós: con restos de la puerta en la parte baja. Muy similar a la anterior.
Torre Beneito, de planta octogonal. Contiene los restos de un portón.
Torre Beneito.
El Portal de San Mateo, desde la Torre Beneito.
Portal de San Mateo y Torre Beneito.
Portal de San Mateo: construído en el siglo XIII, con fachada gótica. Junto a la puerta exterior conserva el escudo de Morella y un Cristo del siglo XIV. Sobre ellos hay un matacán. Tras la puerta una bóveda sostiene el primer piso al que se accede por la izquierda de la muralla. El segundo tiene su entrada en la parte opuesta. El techado se ha reconstruído tal cual era en origen. Tenía adosado un edificio para descanso de los soldados, de 1875, eliminado en su restauración
Torre de Fredes, del Sol o de la Leña. Con la misma planta que las que defienden el Portal de San Miguel, pero de un solo cuerpo. Tenía su entrada por una puerta ojival.
Portal de Forcall o de Camarasa: levantado en el siglo XIII. Por él venía el camino de Forcall y de las masías de la Mola de Camarasa. Fue tapiada la puerta en 1872 y abierta en 1876. Ha sido restaurado recientemente.
Sector Sur de la cerca, con el Portal del Rey, la Torre de la Pólvora y el Portal de Forcall.
Torre de la Pólvora o del Carraixet: totalmente reconstruída. Hacía funciones de polvorín.
Durante la Guerra de Sucesión, Morella se declaró a favor de Felipe V, pero los partidarios del Archiduque llegaron a dominar la ciudad, hasta que en noviembre de 1707 fue tomada por las tropas borbónicas. No obstante, en diciembre de 1710, tras largo sitio se rindió al Archiduque, para volver a ser liberada en febrero de 1711 por Felipe V, el cual, como recompensa, le concedió voto en Cortes. Durante la Guerra de la Independencia, los franceses la ocuparon esporádicamente en varias ocasiones, asentándose definitivamente en junio de 1810, las tropas del general Montmarie. No volviendo a poder de España hasta el 22 de octubre de 1813, tras rendirse su guarnición ante largo asedio. Durante el trienio liberal una partida de morellanos realistas tomó Morella en 1822, teniendo que acudir tropas desde Valencia para liberarla. Al año siguiente volvió a repetirse la situación.
Portal del Rey, del Barón, de la Llácova o de los Jurados: cuadrangular con puerta de dobles arcos ojivales entre los que había una reja levadiza. Sobre la puerta está el escudo real y a los lados el de Morella. Por aquí entró Jaime I a la ciudad después de pactar con el noble Blasco de Alagón, a finales de 1231. En 1838 se rebajó hasta la altura de la muralla para ser convertida en batería. Se tapió en la primera guerra carlista y se abrió de nuevo en 1925 para dar paso al recién abierto matadero municipal.
Detalle del sector Sur de la muralla.
Parte del Portal de los Estudios y, al fondo, el Portal del Rey.
Portal de los Estudios: por aquí entra cada seis años la Virgen de Vallivana. En 1838, Von Radhen la reforzó protegiéndola con un doble muro, colocándole un puente levadizo y foso. Fue la única abierta en la ciudad entre 1838 y 1840. Aquí se produjo la gran tragedia del ataque nocturno de los liberales. El puente se conservó hasta 1875, año en que se cerró el recinto a la altura de la torre con dos puertas de madera forradas de hierro y construyendo junto a ella dos garitas de piedra. Sobre el arco de entrada está el escudo real boca abajo entre dos morellanos.
Interior del Portal de los Estudios.
GUERRAS CARLISTAS: la excelente posición estratégica que ocupa Morella la convirtió en foco y centro de la insurrección carlista, acompañado por la fuerte ideología carlista de la mayoría de sus habitantes. El 12 de noviembre de 1833, el gobernador de la plaza, barón de Herbés, proclamó rey al pretendiente, titulándolo Carlos V. Pero tuvo que abandonar la plaza el 9 de diciembre al saber que se acercaban las tropas liberales, las cuales el día 10 colocaron en las almenas la bandera de Isabel II. A pesar de ello, como Morella era claramente carlista, se conspiraba continuamente contra el gobierno. A finales de 1837, Cabrera estableció el bloqueo de Morella, y seguramente se hubiera obligado a levantarlo de no ser por el valor temerario del catalán Pablo Alió, secundado por un puñado de valientes. El 25 de enero de 1838, aprovechando una noche sin luna y tempestuosa del invierno morellano, Pablo Alió y sus compañeros escalaron los muros del castillo penetrando de forma insólita por el agujero de un retrete. Consiguieron sorprender a la guardia y apoderarse de la fortaleza. El día 31, Cabrera entraba triunfalmente en Morella. Oráa que mandaba el ejército del centro, junto con los generales Borso y San Miguel, acometió el sitio de Morella, aun careciendo de víveres para una campaña larga. Lo inició en agosto de 1838, ocupando las posiciones de la Pedrera y la ermita de San Pedro Mártir después de sangrientos combates, esperando la llegada de San Miguel con la artillería. Cabrera ordenó tomar dichas posiciones, cosa que no pudieron lograr. Los combates de los días 10 y 11 hicieron abandonar a los carlistas todas las posiciones que mantenían fuera de la ciudad. Después de construir baterías y emplazar los cañones, Oráa rompió el fuego al amanecer del 14 de agosto, logrando abrir brecha en la muralla al día siguiente. En la noche del día 15, los liberales lanzaron un ataque que fue repelido por los carlistas. Ante la escasez de víveres, Oráa decidió jugársela. Ordenó fuego artillero intenso y el día 17 se lanzó otro ataque, combinado por una escalada por tres puntos distintos, pero volvió a fracasar. Ese mismo día, Oráa levantó el sitio y se retiró hacia Alcañiz, en perfecto orden, a pesar de los contínuos hostigamientos de las fuerzas carlistas. Entre uno y otro bando, el sitio provocó 3.000 muertos. Acabada la guerra en el Norte de España, Cabrera se negó a aceptar la rendición y se encerró en Morella. En 1840, el general Espartero puso nuevo sitio a la ciudad. El 23 de mayo atacó la posición de San Pedro. Después de ir tomando las posiciones carlistas y de un intenso bombardeo que duró varios días, los morellanos intentaron una evacuación nocturna que resultó un completo fracaso. Se intentó la salida por la Puerta de los Estudios pero fueron descubiertos por los liberales que comenzaron a disparar. Al intentar escapar de los tiros, volvieron a la ciudad los carlistas siendo confundidos por los soldados de la guarnición con enemigos que atacaban la plaza. Se encontraron morellanos y carlistas entre dos fuegos mientras se amontonaban delante de la puerta cerrada. A causa del peso, se partió el puente levadizo produciéndose una auténtica masacre. Morella se rindió al general Espartero, quedando prisionera toda la guarnición (2.700 hombres). Muchos años después, durante la tercera guerra carlista, en octubre de 1873, fue sitiada de nuevo por los carlistas pero tuvieron que retirarse ante la llegada de tropas gubernamentales.
Sector de la muralla que, desde la Puerta de los Estudios asciende de nuevo hacia el castillo.
Torre de San Francisco o de la Alameda: zona muy castigada en 1710 por el ataque artillero de Felipe V, ya que Morella estaba guarnecida por tropas inglesas del Archiduque Carlos.
Sector de la muralla en la que subsiste un tramo de tapial almohade, en las cercanías de la Torre de San Francisco.
Lienzo que asciende desde la Puerta de los Estudios hacia la torre de San Francisco, en magnífico estado tras su restauración. Esta parte de la muralla se ha restaurado como parte de las obras generales de construcción del Parador de Turismo.
Imagen del año 2021.
En el mismo lienzo, un poco más arriba, se han construído cuatro antiestéticos contrafuertes. Suponemos que es porque peligraba la estabilidad del lienzo.
Lienzo de muralla del siglo XII ubicado en la c/Juan Giner. Se cree que es de la época de la conquista de Jaime I.