Del cerco amurallado de esta pequeña población tan solo ha quedado uno de sus portales (Portal de San Antonio), situado en la parte trasera de la iglesia, entre las calles de San Antonio y del Portal.
Debe su nombre a la construcción de una pequeña hornacina o capilla en su parte superior dedicada a San Antonio de Padua, aunque en el lado opuesto se encuentra una figura de un ángel sobre un dragón y que se corresponde por tanto con San Miguel Arcángel.
Presenta, por un lado, un arco de medio punto con pequeños sillares, y por el otro, sobre el mismo tipo de sillares, un arco de ladrillo algo más abierto, pareciendo del tipo escarzano.

