Murallas de Cocentaina

Discurrían por las actuales calles del Obispo Estaña, Avenida de Jaime I, Vall de Travadell, Santo Tomás, Cura Montagud y Dolores, comenzando y terminando en el palacio, el cual se ubicaba en el extremo Suroeste del recinto.

Su estado es muy malo. Los restos son muy escasos. Algunos tramos se encuentran restaurados. No obstante, es frecuente encontrar nuevos lienzos de la cerca al derribar casas viejas.

 

 

 

 

 

Torre situada en la avenida de Jaime I. Es utilizada como bar y vivienda.

La muralla presentaba una forma cuadrangular, con 880 metros de perímetro, limitada por dos fosos naturales, al Este por el barranco del Sordo y al Sur por el barranco de Santa Bárbara. Los muros, fabricados en tapial, tenían una altura de unos diez metros y una anchura de metro y medio. En los flancos Este, Norte y Oeste había seis torres, pero al Sur, por la presencia del palacio, tan solo había tres. De esta forma cada esquina contaba con uno. Las puertas principales se situaban al Norte (Puerta del Ángel o de Játiva), al Este (Puerta de Travadell) y al Sur (Portal Fosc). También estaba al Oeste el Portal Nuevo o de San Jaime, el único que se ha conservado hasta nuestros días.

 

 

En trazo rojo están los restos de la cerca que hemos podido encontrar. Parece ser que hay más ocultos entre las casas.

Torre y tramo de la cerca, restaurados, en un jardín de la Avenida Rey Jaime I.

 

 

 

Restos del Portal de Travadell.

Cocentaina ya estuvo amurallada durante la época islámica, pero sus defensas fueron muy mejoradas en los primeros años de la Reconquista, así como sufrieron sucesivas reformas y modificaciones a lo largo de su historia. A lo largo del tiempo, y debido a la pérdida de su función defensiva y a las necesidades de expansión y tránsito, dicho recinto fue derruído en muchos puntos, sobre todo a partir del siglo XIX.

En la época de dominación musulmana fue un importante enclave, tanto a nivel económico, como agrícola, militar y administrativo. Así lo demuestran diferentes documentos históricos y elementos importantes de la arquitectura y urbanismo de la villa.  El mismo rey Jaime I de Aragón conquistó la villa en 1245. En 1252 y 1258 se produjeron dos levantamientos de Al-Azraq, en los que se vió implicada Cocentaina. Jaime I, en 1275, ordenó reforzar la guardia, pero al año siguiente se volvió a levantar Al-Azraq, secundado por los musulmanes de la ciudad. Pero ante la decisión del rey de castigar duramente a los rebeldes, éstos se rindieron. La villa dependía directamente de la Corona. Pedro III el Grande designó a Roger de Lauria como Batlle. 

 

 

Torre de Santo Tomás, en la parte trasera de la calle de su nombre.

 

 

 

Lienzo de la c/ Cura Montagud.

El primer señor feudal de Cocentaina con el título de barón fue el destacado almirante Roger de Lauria, en 1291. Pedro IV de Aragón le concedió el privilegio real de la feria en 1346. Roger de Lauria construyó en Cocentaina su alcázar, en el lugar donde se encuentra ahora el palacio condal. En 1303 fue atacada por los musulmanes de Granada, siendo incendiada y destruída, de aquí viene el actual mote de “socarrats”. Más adelante, en 1488, Alfonso III vendió la villa por 80.000 florines al militar Ximén Pérez de Corella, al que le concedió el título de conde. Se formó así el núcleo de la comarca conocida hoy como el Condado. La familia Corella, de origen navarro, reformó y amplió el palacio hasta darle la forma actual. En el siglo XVII, Cocentaina pasó a manos de la familia Benavides. Cocentaina fue presa de una gran depresión económica cuando en 1609 se produjo la expulsión de los moriscos. Entonces se estima que Cocentaina tenía una población de 2000 cristianos viejos y 1000 moriscos. A comienzos del siglo XVIII su recuperación económica era ya notable y a lo largo de la centuria la villa no dejó de crecer, alcanzando cerca de 6.000 habitantes a principios del XIX, momento en el que la población pasó a depender de los duques de Medinaceli (1805), que aún conservan el título en la actualidad. 

 

 

Otro lienzo de la calle Cura Montagud.

 

 

Portal de San Jaime o Portal Nuevo, el único conservado. Es llamado así porque se abrió en la cerca en el siglo XVI.

 

 

Lienzo aparecido en la c/ Dolores al derribar una casa.

 

 

Al parecer, el barrio del Raval, situado al Sur de la Vila, tuvo algún tipo de cerca defensiva de la que han quedado dos portales muy transformados.

 

 

 

 

 

Portal de San Francisco

 

 

 

Portal del Raval.