Rodeaban el casco viejo del pueblo.
Desaparecidas, aunque es posible descubrir algún elemento entre las viviendas, especialmente en la parte alta del caserío, junto a la iglesia.
Portal de Baix: situado en la parte baja de la población, junto a la carretera de Lledó. Era la puerta de entrada a la villa en la muralla del siglo XVIII que fue la última ampliación que tuvo, según consta en el escudo que lo preside, fechado en 1788. En el escudo se representan dos peces, símbolo del río Algárs, cuyas aguas bañan las orillas del pueblo. Consta de un arco de medio punto adovelado en la parte exterior y un arco rebajado en el interior, coronado por una hornacina vacía. Para facilitar el paso del tráfico rodado se rebajaron a principios del siglo XX, las piedras de uno de los lados. En la parte opuesta se encontraba el Portal de Dalt, en la actual c/ Calaceite, pero fue derribado en el siglo XX para que pudieran pasar vehículos.
Base de un posible torreón, al Norte del pueblo, junto a la carretera.
En este edificio restaurado existen también los restos de un garitón.
Después de la Reconquista su historia va unida a la de Calaceite, de quien dependió. Más tarde pasó a la Orden de Calatrava y por tanto a depender de Alcañiz. En 1205 fue infeudada, junto con Calaceite y Lledó, a los caballeros Rotlando de Cambríls y Dalmacio de Canelles, para, finalmente, en el siglo XIV, pasar a tutela de la diócesis de Tortosa.
Ménsulas de un garitón situadas en la iglesia, en la parte de extramuros. Es posible que para levantarla se utilizaran muros de la cerca.
Posible lienzo de la muralla. El edificio de la izquierda parece la base de un torreón.