Murallas de Altea

Rodeaban el casco viejo situado en una colina frente al mar.

Aunque se puede apreciar su perímetro por la configuración de las calles, tan solo han subsistido hasta hoy, dos de sus portales.

Tuvieron planta semejante a una media luna, pero desconocemos más datos sobre ellas, como tipología, fábrica, cubos o número de puertas. Las dos que han sobrevivido hasta nuestros días tampoco presentan un estado demasiado bueno. El Portal Vell, sito al Norte, presenta un doble arco de medio punto. Y el Portal Nou, al Este, frente al mar, lo mismo, pero la construcción de un edificio sobre él lo ha arruinado bastante.

 

 

Portal Vell.

Pedro III el Grande le otorgó carta-puebla en 1279, según el Fuero de Valencia. En el siglo XVI fue repoblado nuevamente por Francisco Palafox, señor de la baronía, que a su vez fortaleció el “locum et castrum” de Altea. Durante esta época sufrió constantes ataques de los piratas berberiscos por lo que siempre estuvo amurallada. Por el puerto de Altea desembarcaron las tropas del Archiduque Carlos, el cual la nombró Villa en 1704.

 

 

Portal Nou.