Murallas Carlistas

Rodeaban el casco urbano, pero están desaparecidas. No quedan restos.

Debieron ser del tipo habitual en dicha época, semejantes a otras existentes en poblaciones vecinas. Un tanto frágiles dada la premura con que se levantaron, de cal y canto y con numerosas aspilleras para el fuego fusilero.

Durante las Guerras Carlistas, Alberique siempre se consideró liberal desde el inicio de las hostilidades, por lo que fue víctima de incursiones carlistas desde la primera guerra, en 1836. Por ello se tomó la decisión de amurallar la villa en 1839.