
Espectacular entrada al monasterio, con la barbacana en primer término.

Un kilómetro al Sur del pueblo, junto a la carretera de Alcalá de Moncayo.
Excelente estado. Desde que fue adquirido por la Diputación de Zaragoza en 1976, ha sido restaurado casi en su totalidad de forma admirable. Incluso está prevista la construcción de un Parador de Turismo en el llamado monasterio nuevo
Monasterio fortificado. Esta abadía contó con un rico patrimonio y grandes recursos económicos debido en parte a la actividad agrícola de los conocidos como «monjes roturadores» y al trato de favor dispensado por la monarquía y la nobleza hacia el Cister. La disposición del monasterio verolense sigue el llamado «plano tipo» que la Orden estableció en el siglo XII para la construcción de sus nuevas abadías por toda Europa. La iglesia abacial se orientaba en dirección Este-Oeste, y el claustro estaba adosado a ella. El ala Este del claustro alojaba dependencias como la sala capitular y la sala de los monjes además de los dormitorios y en el ala Sur se encontraban la cocina, el refectorio y el calefactorio. En la crujía Oeste del claustro se localizaba la cilla que hacía las funciones de almacén. A este «plano tipo» se añadieron en siglos posteriores varias edificaciones. En el siglo XVI se levantó el palacio abacial y un siglo más tarde, en el XVII, se adosó al Este del monasterio original el llamado monasterio nuevo, ampliando así el número de celdas para los monjes que hasta entonces había en Veruela.


La pieza más antigua es la torre-puerta, del tiempo de su fundación (1171), aunque alterada por la adición de un cuerpo octogonal a finales del siglo XVI, de índole puramente decorativa. La torre es casi cuadrada (7 x 6’5 m), siendo el paso abovedado de cañón, perfil que sigue la puerta exterior, no la interior. Encima hay una cámara abovedada de crucería sencilla, que fue el correctorio de los monjes, adornada con pinturas del XVI.

Entrada situada en la torre-puerta y flanqueada por los dos grandes cubos.
El monasterio está rodeado por una cerca que se conserva íntegra, jalonada con nueve cubos circulares, prácticamente idénticos, y formando una planta hexagonal irregular. La muralla tiene una longitud de 925 m y encierra un área de 5’25 Ha. En el pasado los muros debieron tener mayor altura, pero no porque se hayan rebajado, sino porque se ha rellenado con tierra el espacio exterior, como lo muestran las numerosas aspilleras abiertas a ras del suelo. Quizá tuviera foso, pero no lo hemos visto confirmado en ningún sitio. Tanto los muros como los cubos tienen una elaboración muy homogénea, con fábrica de mampostería y enlucidas tanto al exterior como al interior. Y tanto unos como otros están rematados con merlones esbeltos con terminación puntiaguda. Cuenta con una única puerta, abierta en un espléndido torreón en el lienzo Noroeste, flanqueada por dos grandes cubos con forma de U. A lo que hay que añadir una barbacana con dos pequeños cubos que defendían la entrada.


Primer cubo, situado en la esquina Noroeste.

Primer y segundo cubo y el lienzo que los une.
Segundo cubo.

Junto al indiscutible valor artístico e histórico de este conjunto, hay que añadir que el Monasterio de Veruela es también conocido por haber alojado entre sus muros al poeta Gustavo Adolfo Bécquer y a su hermano Valeriano. Durante su estancia en el monasterio, Gustavo Adolfo Bécquer escribió las nueve Cartas desde mi celda y su hermano, pintor, recogió en sus álbumes de dibujo y cuadros las costumbres y paisajes de la zona.

Tercer cubo.

Cuarto cubo, situado en la esquina Noreste.
El Monasterio de Veruela fue fundado por Don Pedro Atarés hacia 1145 o 1146. Se trata, por tanto, de la primera fundación cisterciense de Aragón. En 1171 el avanzado estado de las obras propició el traslado de la comunidad de monjes al monasterio aunque la construcción del conjunto medieval se prolongó hasta el siglo XIV. El 18 de diciembre de 1248 el templo fue consagrado en honor a la Virgen María por el obispo de Calahorra Acenario, según puede leerse en una inscripción localizada en el ábside de la iglesia. Las murallas no fueron suficientes para frenar el asalto de los castellanos y los frailes tuvieron que refugiarse en 1357 en el castillo de Vera, antes de huir a Zaragoza. Durante la Guerra de los Dos Pedros, en el año 1366, las tropas castellanas causaron graves daños en el monasterio. Tras la Guerra, se levantó el magnífico claustro medieval. Además, el conjunto fue ampliado varias veces en siglos posteriores coincidiendo con una época en la que poderosos abades como Hernando de Aragón ejercían su cargo en el monasterio de Veruela. Hernando de Aragón es el responsable de la construcción de la entrada, así como de la barbacana. Su sucesor, Lupo Marco fue quién reconstruyó las murallas con sus nueve cubos circulares, hacia 1544 sobre los restos de la primitiva muralla medieval. Durante el Renacimiento se construyeron el Palacio Abacial, la Capilla de San Bernardo (1552) y el piso superior del claustro, que altera su aspecto medieval. Ya en el siglo XVII, entre 1617 y 1664, se erigió el Monasterio Nuevo al Este del claustro.
Quinto cubo, ubicado en la esquina oriental.


Sexto cubo, en la esquina Sureste.
En 1835, la Desamortización de Mendizábal supuso el abandono del cenobio. En 1844 el Monasterio de Veruela fue sacado a subasta pública, pero la Comisión Central de Monumentos Artísticos reclamó la parte de mayor valor artístico del conjunto y un año más tarde emprendió obras de consolidación y restauración para evitar la ruina del monumento. Unos años más tarde se abrió una hospedería. Numerosos viajeros y veraneantes se hospedaron en las celdas del monasterio; entre ellos destacan los hermanos Bécquer, quienes se alojaron en Veruela entre finales de 1863 y octubre de 1864. Desde 1877 hasta 1973 la Compañía de Jesús se instaló en el monasterio. Fue declarado Monumento Nacional el 26 de febrero de 1919. La Dirección General de Bellas Artes del Estado cedió el monasterio en usufructo a la Diputación Provincial de Zaragoza en 1976 con el fin de rehabilitarlo y conservarlo. En 1998 Veruela pasó de forma definitiva a ser propiedad de la Diputación Provincial de Zaragoza. Próximamente está prevista su inauguración como Parador Nacional de Turismo.
Séptimo cubo.


Octavo cubo, localizado en la esquina meridional.
En el lienzo Suroeste hay un sector con mayor altura.


Noveno cubo, situado en la esquina occidental. Junto a él se ha abierto una nueva puerta para dar servicio al Parador de Turismo.

Esquina occidental.