Masía del Conde

Se localiza muy cerca del pueblo nuevo, a unos 300 metros al Este. Esta zona es conocida como Pla de Quart.

Mal estado. Tras estar muchos años abandonada, ahora está siendo sometida a un lento pero constante trabajo de rehabilitación a cargo de la Escuela-Taller, aunque en nuestra última visita en el año 2021 poco ha cambiado desde la primera en 2009.

Es un edificio construido a principios del siglo XIX por el Conde de Torrefiel. Estos terrenos, entonces marginales de secano, fueron adquiridos por el expresado conde y otros inversores para proceder a su irrigación mediante la REVA (Regadíos y Energía de Valencia S.A.). La Masía se convertía así, en el centro de una gran explotación agropecuaria, de aquellas que estuvieron en boga a lo largo de los siglos XVIII y XIX. La masía se benefició a mediados del siglo XIX, junto con las otras masías hermanas del Pla de Quart, como eran la de San Antonio de Poyo y la Masía de la Constancia, (en término de Ribarroja), del paso de la línea de ferrocarril de Valencia a Madrid. La Masía del Conde responde a la tipología de casa con un patio articulado, alrededor del cual se disponen las diferentes dependencias económicas y de servicio. Con el tiempo, y conforme crecía la explotación, se fueron añadiendo diferentes cuerpos al lateral que mira a levante. El tipo de fábrica utilizado en su construcción es la mampostería  para los muros y el ladrillo para reforzar esquinas, puertas y ventanas. El edificio principal, orientado hacia el Oeste, está estructurado en dos tramos o crujías  cubiertos con tejado a dos vertientes de teja árabe. Las dos alturas distribuían la vivienda en la planta  baja para los caseros, donde podemos apreciar el menor tamaño de las ventanas. La planta noble, destinada a vivienda de los propietarios, destaca por los grandes ventanales y balcones que iluminan y caldean las estancias en invierno. 

La torre asoma por encima del resto de los edificios. Presenta fábrica de  mampostería con refuerzos de ladrillo

Garitón situado en la fachada Oeste.

 

 

Destaca especialmente, como elemento más singular de la masía, la torre de un solo cuerpo que se levanta en la parte meridional del patio.