
En el camino de San Jaime, a unos cinco kilómetros al Noreste de Artés. También es conocida como Mas o Masía de Artés.
Ha sido restaurada y funciona como establecimiento rural.
Masía fortificada con una gran torre. El edificio es de planta rectangular con la cubierta de teja árabe a dos aguas. Consta de planta baja, piso y buhardilla. En la fachada principal hay un portal redondo adovelado, y encima un balcón con barandilla de hierro, fruto de una reforma posterior. En la fachada meridional, también existe un balcón, y se abren varias ventanas con dintel moldurado, alféizares y montantes de piedra trabajada.
En su esquina occidental se levanta una gran torre de defensa de planta rectangular (7 x 6 m), que consta de planta baja y tres pisos. Los techos se aguantan con bóvedas de cañón y arcos de medio punto. Su fábrica son los sillarejos con buenos sillares en las esquinas. Cada planta dispone de alguna ventana o aspillera, algunas, fruto de reformas posteriores, cuando la torre debió dejar su función primigenia. Destacan las dos que defienden la entrada. A principios del siglo XX un rayo destruyó la parte superior torre y al repararla quedó rebajada en un metro y medio.
Esta masía está documentada desde el año 1199 pero la torre se levantó en 1680. Sabemos que tenía un molino harinero desde el año 1558 que aprovechaba las aguas de la Riera de Malrubí. Este molino funcionó hasta la Guerra Civil (1936-39). A mediados del siglo XX, las ventanas adoveladas góticas se transformaron en balcones.