
Arriba, flanco Norte de la torre, en la que se abre la aspillera. Y a la derecha, la misma aspillera vista desde el interior. Se aprecian los escalones de madera de su escalera.
Sobre una elevada colina, en la pedanía de Oreña, a unos cinco kilómetros al Noreste de Novales, capital municipal, cercana a la carretera de Santillana y junto al Camino de Santiago del Norte, por lo que cuenta con un buen trasiego de peregrinos que se acercan a visitarla. Desde ella se controla una gran extensión de terreno hacia el interior y un gran sector de la costa.
No demasiado buen estado, pero aceptable. Después de estar abandonada ha sido reparada en sus puntos más deteriorados, pero todavía falta bastante (abril 2019).

Torre atalaya transformada en campanario de la iglesia de San Pedro. Para ello fue recrecida con un cuerpo con vanos para las campanas. De su pasado ha conservado en el muro septentrional, el que mira hacia el mar, una saetera, que evidencia sus antiguas funciones defensivas.
La iglesia ha sufrido numerosas transformaciones desde su construcción. En el siglo XVII fue la familia Barreda quien se encargó de su rehabilitación. En 1956, siendo párroco don David Ruiz Rabre y maestro de obras don Constantino Ruiz, y ya a finales del siglo XX tuvo otra importante reforma llevada a cabo por los propios vecinos del pueblo.
