En la parte alta del pueblo que se encuentra dominado por una pequeña colina.
Buen estado. Ha sido restaurada recientemente. Afortunadamente no le han sido eliminados todos los elementos defensivos.
Iglesia fortificada, con aspecto robusto y gruesos muros. En ella se aprecian toda una serie de saeteras, barbacana y varias troneras. Embebida en su actual construcción, ocupando el segundo y tercer tramo de la misma, se encuentran muros de la antigua torre.
Algunas de las múltiples aspilleras que jalonan su contorno.
El 27 de abril de 1225, Jaime I concedió a Poncio, obispo de Tortosa y su cabildo, los castillos de Miravet y Zufera, con todos sus términos. Es aquí donde aparece, incluida en los dominios de Miravet, la torre de Luppricato, que por las referencias e indicaciones que se dan se cree que fue la primitiva fortificación de Torreblanca. La iglesia se levantó aprovechando los restos y materiales de esta torre, en el siglo XIV, pero luego fue muy reformada en el XVI.