Fuerte de San García

Las dependencias del fuerte apenas se pueden distinguir entre las ruinas y escombros. Al fondo, podemos ver Gibraltar.

El fuerte se sitúa en la punta o cabo de su nombre, a unos cinco kilómetros al Sur de la ciudad, en el interior del Parque del Centenario, curioso oasis natural en el corazón de una gran urbanización pero pródigo en grandes mamotretos de hormigón y metal. Los accesos al parque están señalizados y no es difícil encontrar los restos del fuerte junto al mar.

Mal estado. Fue volado por los ingleses pero ha sufrido expolios de todo tipo durante siglos. La erosión del mar ha destruído su parte oriental y, en su recinto, se construyeron tres búnqueres tras la Guerra Civil, arrasando con todo cuanto se encontró. Actualmente está catalogado como yacimiento arqueológico, pero eso no es óbice para que los visitantes pisoteen todo el recinto.

Fuerte abaluartado. Constaba de dos baluartes en su parte de tierra y dos baterías circulares en su parte del mar. Sus flancos Norte y Este quedaban al borde del acantilado, situación peligrosa con el paso de los años pues la erosión ha carcomido varios metros de piedras destruyendo parte del fuerte. Incluso algunos grandes lienzos todavía se observan al fondo junto a las olas. Las defensas más potentes se encontraban en los flancos Oeste y Sur, con lo que los muros de estas zonas eran más sólidos, anchos y altos. Además dos semibaluartes defendían los dos flancos. Una batería cruzaba el fuego con el Fuerte de Punta Carnero, al Sur, y la otra con Isla Verde, al Norte. De este modo la acción conjunta de todos los fuertes de la costa era capaz de evitar llegada de flotas enemigas a la ciudad de Algeciras y entorpecer su retirada. Las baterías estaban separadas del resto del fuerte por un gran espaldón quebrado con la función de evitar que las balas de artillería enemigas llegasen a los cuarteles y al polvorín. Se encontraban artilladas con cinco cañones de a 24, uno de a 18, capaces de abrir fuego hacia el Sureste, Este y Noreste y dos morteros cuya función era evitar el desembarco en la costa bajo el fuerte donde los cañones no podían abrir fuego. El fuerte poseía instalaciones para la tropa establecida que en 1810 era de veinte hombres, oficial, cabo y sargento además de los correspondientes artilleros. Tenía cuartel de infantería y de artillería con capacidad suficiente para la dotación y los posibles refuerzos en caso de guerra. El polvorín se encontraba en el interior del baluarte Norte, protegido por una gruesa pared mientras que el almacén de armas se localizaba cerca de las dependencias, más accesible. En la cota superior de la pequeña península que forma la Punta de San García, a 31 m. de altura y a escasa distancia del fuerte se encontraba una torre medieval. Esta torre continuó con su función mientras estuvo en funcionamiento el fuerte llegando incluso a ampliarse para mejorar las comunicaciones con otras torres cercanas.

Empedrado del patio.

 

Fue construído a principios del siglo XVIII junto a una antigua torre medieval. Tomó parte activa en la Batalla de Algeciras de 1801. El fuerte fue volado en 1811 por zapadores ingleses para evitar que cayese en manos francesas durante la Guerra de la Independencia. En 1939 el coronel José López Tienda construyó numerosos búnqueres en toda la Bahía de Algeciras, entre ellos los tres que hay en el interior del fuerte.

 

 

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Baluarte Sur, tan solo a nivel de cimientos. Al fondo, a la derecha, aparece Punta Carnero, lugar del fuerte homónimo.

 

 

Ruinas de las cuadras, donde todavía se ven unos pesebres. Por la izquierda asoma uno de los búnqueres.