Sobre el Tosal de su nombre, de 280 m. de altura, uno de los cuatro que rodean la ciudad de Liria. Tiene acceso con vehículo relativamente sencillo entre las callejuelas. Forma la estampa característica de Liria desde gran distancia, pues está rodeada por un extenso llano desde los cuatro puntos cardinales.
Muy buen estado, pero en la actualidad casi todas las instalaciones defensivas del monasterio han sido eliminadas.
Muro Oeste.
El Tosal de San Miguel, por su privilegiada posición se convirtió en lugar apetecible durante los conflictos bélicos. Pues dominado San Miguel se dominaba la ciudad. Es muy posible que por esta razón fuera fortificado desde muy antiguo. Pero lo único que se sabe con certeza fue la fortificación que se llevó a cabo, sobre el santuario, durante la Guerra de la Independencia, cuando fue acondicionado para el fuego artillero y fusilero. Conserva su muro ángulos y entrantes a modo de baluartes. Años más tarde, se aprovecharon estas defensas durante las guerras carlistas, sufriendo duros combates por su posesión. Luego, las sucesivas reformas y reparaciones ocultaron y destruyeron sus defensas, excepto algunas aspilleras que han quedado en su muro perimetral.
Muro Sureste.
El santuario fue fundado por Jaime II en 1326, siendo subvencionado por él mismo manteniendo una congregación de religiosas encargadas de la custodia y limpieza de los edificios. Durante siglos ha sufrido reformas y ampliaciones, y también destrucciones, pues durante la Guerra de la Independencia los franceses lo ocuparon de 1810 a 1813. En las Guerras Carlistas las tropas de Cabrera tomaron el fortín desapareciendo la imagen de San Miguel, del siglo XV, y fusilando a todos los guardias liberales que capturó. Durante la Guerra Civil fue asaltado y destruído su interior.