Frente Sureste, en el que se aprecian los muros de los dos recintos.
Sobre un cerro redondeado de 323 m. de altura, a un kilómetro del pueblo y junto a la carretera de Pinet. Para ascender hasta él hay un sendero que comienza en unos olivares al Sur de la colina del castillo. También es llamado Castillo de Chío.
Mal estado, aunque queda casi todo el doble recinto. En nuestra última visita en el año 2021 había sido desbrozada toda su superficie y talado los pinos que invadían el recinto. Tenemos noticias de que ya cuenta con proyecto de restauración.
Extremo Este del castillo.
Lienzo Sureste.
Extremo Este visto desde el Sur.
Vista general desde el Suroeste.
Castillo montano de planta trapezoidal acoplada al espacio disponible en la cima del cerro. Tiene una longitud máxima de 117 m. y una anchura de 45 m. ocupando una superficie de 2.800 m2. Presenta un solo recinto con antemural que deja una estrecha liza entre los dos muros. El antemural está bastante dañado, sobre todo la zona Oeste, aunque se puede apreciar el lugar por donde discurría por la línea que forma el terreno. En el extremo Sur, la zona más baja, el antemural forma una torre con forma de espolón. En la torre que se ubica en esta zona debió estar la puerta. Todo el perímetro del castillo está completo. Destaca en él, el ángulo Sur, con las torres que cubrían la entrada, el ángulo Oeste, con el fuerte recinto que debió ser utilizado como último reducto del castillo, y la gran torre del ángulo Norte, que nos pareció cuadrada, pero está tan arruinada que es difícil asegurarlo. Además, se pueden observar restos de, al menos cuatro cubos en sus cortinas y un gran aljibe en el sector Este. El interior del castillo está vacío, tan solo hay cimientos de un muro que dividía dicho recinto en dos partes, Noreste y Suroeste. Todo el castillo está construido en tapial. A pesar de los siglos que lleva abandonado, todavía sorprende su apariencia de gran fortaleza.
Interior del extremo Este.
Espolón Sur.
Extremo Sur, lugar donde sealzaba una potente torre, hoy desaparecida.
Muros septentrionales.
Aljibe.
Deterioro de su fábrica.
Castillo musulmán que, durante la Reconquista fue atacado por Guillem de Aguiló el 24 de febrero de 1239, contraviniendo la tregua pactada con los musulmanes por Jaime I. Pero el castillo estaba fuertemente defendido por la guarnición musulmana. Ante el mal cariz que tomaban las cosas para los cristianos, tuvieron éstos que retirarse a un monte próximo (donde hoy está el convento) mientras que Berenguer de Entenza acudía desde Valencia en su auxilio. Aprovecharon los musulmanes el momento en que los cristianos estaban escuchando misa para atacarlos, pero pasados los primeros instantes de desconcierto, la batalla terminó siendo favorable para los cristianos, gracias a que, según cuenta la tradición, en el transcurso de la lucha tuvo lugar el prodigioso Milagro de los Corporales, el cual infundió nuevos ánimos y moral a los cristianos. Dicho milagro consistió en la aparición de unas gotas de sangre en los corporales, lienzos que se extienden en el altar para poner encima la hostia y el cáliz de la iglesia. Actualmente se conservan en Daroca. Informado Jaime I de la desobediencia de Guillem de Aguiló, lo sometió a castigo y devolvió el castillo a los musulmanes. Jaime I en 1248 conquistó el castillo del Xiu y en 1255 lo repobló con 24 cristianos viejos de su propio ejército, ejerciendo el señorío Pedro Fernández de Híjar, hijo natural del rey.
Interior de la zona Sur.
En 1276 tuvo lugar la “batalla de Luchente” entre las tropas de Jaime I y las del sublevado Al-Azraq. Las fuerzas cristianas eran mandadas por García Ortiz de Azagra, por enfermedad del rey. Los moros contaban con 800 caballos y 3000 infantes que convenientemente escalonados en profundidad y aprovechando las condiciones del terreno propinaron una soberana derrota a los cristianos. En la batalla murieron García Ortiz de Azagra, Ramón de Moncada y “otros insignes caballeros” y fue hecho prisionero el Maestre del Temple.