Castillo de Tibi

 

 

 

 

Vista meridional del castillo.

A un kilómetro del pueblo, accesible desde la carretera del pantano y visible a gran distancia. Existen rótulos indicativos.

En ruina total. Solo quedan algunos trozos de muros, la base de la torre del Homenaje y las ruinas de una torre que protegía la entrada.

Aspectos de la torre del Homenaje.

Está formado por un recinto alargado que sigue en ascenso la estructura de la peña, coronándolo una torre de planta cuadrada realizada en tapial sobre basamento de mampostería. De ella solo se conserva una planta, a la que se accede por un ingreso de arco de medio punto en sillería ubicado en el centro de su fachada del mediodía. Adosada a la torre, se articulan una serie de estructuras y viviendas encerradas dentro de un recinto de mampostería con varios cubos de planta rectangular, cerrándose en una gran torre en su flanco de levante, la cual vigila el acceso al castillo. Dicho acceso, es un camino excavado en la roca, de forma zigzagueante, formando un pequeño desfiladero.

Desfiladero de entrada excavado en la roca.

Torre que defiende la parte Este, la de acceso desde el desfiladero

 

 

 

 

El castillo visto desde el Sur.

El documento más antiguo conocido sobre este castillo es del año 1269 en el que se menciona un embargo a favor de Pedro Ferrando, hijo de Jaime II, de los castillos y villas de Tibi y Penacadell, lo que corroboraría la falta de materiales arqueológicos de época islámica. Parece ser un castillo levantado por los cristianos en la segunda mitad del siglo XIII, posiblemente sobre los restos de una alquería islámica y que, según las excavaciones, tuvo una vida muy corta, abandonándose el castillo, quizá, como consecuencia de los efectos de la “Guerra de los Dos Pedros”, en la segunda mitad del siglo XIV.