Castillo de Talamantes

El lienzo Norte visto desde el exterior del castillo y desde su interior.

Sobre una cresta rocosa al Norte del caserío, en el llamado Monte de la Silla. No hay accesos pero la ausencia de vegetación no hace complicado su ascenso.

Muy mal estado. Solo queda la pared Norte.

 

 

 

Imagen del castillo tomada desde el Este.

 

 

 

Sobre el caserío se alza el castillo.

 

 

Llama la atención que este lienzo destaque en tan buen estado, incluso poseyendo sus almenas, mientras que el resto del castillo ha desaparecido, pero es que fue restaurado.

Castillo roquero de planta irregular larga y estrecha, con fábrica de sólida mampostería, aunque no es homogénea. Presenta una longitud aproximada de 48 metros y una amplitud máxima de 18, cubriendo una superficie de unos 500 m2. No conserva rastro de su puerta y es difícil situarla hipotéticamente, debido a lo enriscado del lugar. Hay vestigios de un foso en su flanco Noreste. Solo conserva el muro septentrional, con sus 14 almenas perforadas por saeteras y su adarve. Tiene un cubo cuadrangular sin cierre intramuros. En su extremo Noroeste está la torre principal, que parece maciza, cuadrada (6 m) y bastante desmochada.

 

 

 

 

Extremo meridional del castillo

 

 

 

 

 

Foso.

 

 

 

Torre Noroeste, entre las rocas de la cresta.

 

 

 

Diferente tipo de mampostería se ha utilizado en sus muros. La de la derecha corresponde a la torre.

Ya existía en el año 1127 con el nombre de Talamantos y su castillo en 1177. En 1209 perteneció a los templarios pero durante un corto espacio de tiempo. Se dice que lo utilizaron para defender unas minas de plata.

Impresionante imagen con el castillo de Talamantes en primer término y las Peñas de Herrera sobresaliendo en la lejanía. En las dos de la izquierda, las más altas, llamadas el Ferrellón y la Ferrera, existieron dos fortificaciones independientes.