Castillo de San Jorge

Sobre una de las estribaciones del Monte Pindo de nombre Pedrullo, situado al Suroeste del mismo, de 271 m de altura, entre peñas verticales y erosionadas con formas curiosas y antropomorfas. A un par de kilómetros al Sur de la aldea de Pindo y a 900 m del mar, en la zona septentrional del término municipal. Existe un buen sendero desde la iglesia de Pindo o bien, mucho más corto, desde una pista forestal que asciende la sierra por el Sur. También es conocido como Castillo de San Xurxo o de la reina Lupa.

Muy malo. Todas sus construcciones se han derrumbado, siendo solamente visibles los montones de mampuestos que se han desparramado por las laderas.

 

 

Entre peñas de mil curiosas formas aparecen los mampuestos derrumbados.

 

 

 

La peña del castillo vista desde la capital municipal.

Castillo roquero de planta irregular. Las líneas de mampuestos se disponen cubriendo el espacio abierto entre las altas peñas. Es decir, lo que no cubrían las rocas, lo cubrían los muros, formando un conjunto formidable, fusionándose los muros con las rocas graníticas. Parece que, al menos, tuvo una torre. No encontramos sillar alguno. Todos los restos son de mampostería en seco, sin mortero de unión.

El Pico Pedrullo desde la pista, al Sur.

Todas las zonas que contaban con muros ahora se encuentran con montones de mampuestos.

Aspecto de la posible torre derrumbada. Se encuentra protegiendo el acceso más sencillo y, aunque es difícil comprobar, parece de planta cuadrangular.

En el siglo X, Sisnando II (obispo de Iria Flavia), ordenó la construcción del Castelo de San Xurxo en el borde de la montaña, para proteger estas tierras de los continuos ataques de los piratas medievales (normandos y moros). Es, por tanto, uno de los más antiguos de Galicia y uno de los pocos que nunca se pudo conquistar. Después de pasar alternativamente por las manos de la Corona, la iglesia y los nobles de la época, y después de protagonizar la Revuelta Carnota, esta fortaleza gradualmente creció en importancia a medida que los centros de poder se trasladaron a los alrededores de Santiago de Compostela desde del siglo XIII , hasta que finalmente, a principios del siglo XIV, el noble Lope Sánchez de Ulloa , quien en ese momento tenía la posesión del castillo, pidió permiso a la iglesia para demoler la fortificación. Por lo tanto, este castillo ya debió haber sido destruido en los tiempos de la Revuelta Irmandiña , que se ratifica en ausencia de cualquier referencia de esta fortificación en la documentación medieval que se conserva en este episodio histórico.

 

 

Este es el lugar de más fácil acceso hacia la cumbre y lugar donde se concentraban el mayor número de defensas.

A lo largo de los siglos, las ruinas del castillo se han incorporado a leyendas y tradiciones populares, que han colocado entre sus escombros desde fabulosos tesoros hasta la tumba de la misma reina Lupa. Estas leyendas hicieron que su descanso fuera profanado y eliminado sucesivamente en busca de tesoros, lo que provocó que hoy las estructuras del castillo (que a mediados del siglo XX aún se elevaban varios metros de altura) se redujeran a un inmenso montón de escombros. Nunca se han realizado excavaciones arqueológicas en sus restos

 

 

 

El Pico Pedrullo desde el sendero de ascenso que nace en Pindo.