Por encima de los muros del castillo asoma el Castillo de Santa Bárbara.
Se alza en el Monte Tossal, en el extremo más cercano a la ciudad, frente al castillo de Santa Bárbara. Se le puso este nombre en honor del rey Fernando VII.
En el momento de nuestra visita en el año 2008 presentaba un estado de abandono alarmante, convertido en lugar sucio, inseguro y marginal.
Entrada Norte. En la actualidad un puente de piedra sustituye al original puente levadizo que salvaba el foso.
Castillo de planta irregular adaptada a la topografía del terreno. Semeja un flecha que apunta en dirección Norte, y cuyo extremo Sur, formado por un gran baluarte circular como una gran plataforma sobre la ciudad, está elevado con altura considerable sobre ella. El remate Norte es un gran rebellín separado del conjunto por un impresionante foso que lo rodea y que hay que cruzar por la entrada Norte para acceder a su interior. Únicamente en esta zona se construyó un foso, ya que el resto del castillo estaba protegido por un escarpe rocoso. El baluarte Sur, troncocónico y macizo, presenta su forma característica desde todos los puntos del horizonte. Está construído en sillería hasta la mitad de su altura y sillarejo y mampostería la mitad superior. Contaba además con dos medios baluartes y otro de reducidas dimensiones situados en los frentes más vulnerables del monte. Las cortinas de sus murallas son extensas y ataludadas en un único plano en cada tramo. Conectan entre sí todos los baluartes.
Baluarte circular Sur. Al poco tiempo de su construcción se agrietó quedando inservible
Sus dependencias, incluídos los acuartelamientos de tropas, quedan dispuestas en varias plataformas que descienden por la ladera de levante, realizadas bajo su terraplén y cubiertas con bóvedas a prueba de fuego artillero. También cuenta con una cisterna.
Tiene dos puertas de entrada. Una al Norte y la segunda en el acceso del largo camino en rampa rectilínea que conecta directamente con la ciudad. Ambas puertas recaen a un foso seco, hueco que era salvado mediante un puente levadizo. Las dos puertas están flanqueadas con machones de piedra prismáticos de sección horizontal cuadrada de grandes dimensiones. En la puerta de acceso principal se levantaron dos pilones coronados por leones labrados en piedra que, posiblemente no pertenezcan a la obra original. Una tercera puerta se sitúa junto a la base del baluarte circular. Posiblemente fue realizado con motivo de la transformación de la ladera del monte en parque urbano.
Rebellín Norte, rodeado por completo por profundo y amplio foso.
Otra imagen del rebellín Norte.
La fábrica son muros de mampostería irregular, trabada con mortero de cal y arena. Las esquinas y parte de los antepechos del remate situado por encima del bordón, presenta fábrica de ladrillo macizo.Los aspectos ornamentales resultan de escasa entidad. Hay que citar el bordón en semicírculo que remata la fábrica del cuerpo superior de lienzos y baluartes. Las figuras de leones sobre los machones de la puerta de acceso desde la ciudad y los escudos existentes en los del acceso por el lado Norte.
Medio baluarte Noreste.
Dos fotografías del frente Oeste.
El castillo de San Fernando se levantó deprisa y mal, pues al poco tiempo comenzó a demostrar deficiencias, además de ser militarmente inútil, a la que vez que muy costoso. Su construcción comenzó después del ataque francés de 1812, ante el miedo de que los franceses, dueños de España, asaltaran la ciudad. Se levantó con el objeto de evitar la colocación de piezas artilleras enemigas que podían actuar indiscriminadamente contra la ciudad y el propio castillo de Santa Bárbara, hecho que ya había ocurrido durante los primeros años del siglo XVIII.
Plataforma de levante.
Diferentes aspectos de la entrada de levante, tras empinada rampa y con sus característicos leones.
Escalera que comunica los dos niveles del castillo.
Fue construído en 1813, levantado como defensa ante la llegada de los franceses durante la Guerra de la Independencia. El proyecto y las obras las dirigió el ingeniero militar Pablo Ordovás. Se hizo con el propósito de ser una prisión y reforzar las posibilidades de defensa del castillo de Santa Bárbara. La rapidez de su construcción hizo que a los pocos años el baluarte principal se agrietara y por tal quedase en desuso. No obstante, no se llegó a estrenar, pues en Alicante no llegó a haber ocupación francesa, a pesar de que el general Louis-Pierre Montbrun bombardeó la ciudad el 16 enero de 1812 desde la zona del Altozano, junto a la iglesia de los Ángeles. Según parece, fue un adelanto del ataque real que pretendía efectuar para tomar la ciudad, que no se produjo porque dicho general y sus tropas, ese mismo día, tuvieron que partir para Francia requeridos para la campaña de Rusia. En 1912 fue adquirido por el ayuntamiento por 50.000 pesetas, siendo convertido en parque municipal.
Plataforma de levante, con la entrada, las antenas y las dependencias del castillo.
Dependencias del castillo, utilizadas para albergar los motores de las antenas.