Se encuentra en la península de Monte Boy, junto al mar, al Oeste del pueblo, defendiendo la entrada a la ría de Vigo. Esta fortaleza hasta los Reyes Católicos fue llamada Monte Boy o Monte Buey.
A pesar de que le llaman castillo, lo que queda es el recinto amurallado de la puebla, pues el castillo propiamente dicho ocupó el espacio que actualmente ocupa el Parador de Turismo, estando desaparecido por completo. El estado actual de las murallas es muy bueno, si bien como es habitual en este tipo de monumentos hay un excesivo arbolado en la zona del istmo que dificulta la visión de las murallas. También hay que lamentar, la modificación del recinto abaluartado, en el que se han taponado las troneras de artillería colocando pequeñas almenitas que falsean su línea original.

Frente Sur de la fortaleza. Es el más reforzado al defender el punto más débil, el istmo que lo separa de tierra firme. Se pueden apreciar los baluartes y la doble línea de muralla. A la derecha asoma la Torre del Reloj, y en primer término el Baluarte del Condestable.

Vista aérea de la fortaleza en la actualidad, desde el Norte. El conjunto de edificios del interior corresponden al Parador de Turismo.

Imagen de Monterreal vista desde el Este.



Puerta Principal o de Felipe IV: recibe este nombre porque su construcción tuvo lugar en el siglo XVII durante el reinado de Felipe IV. Son de gran interés las dos columnas adosadas a la puerta que sostienen dos alfiles de piedra de grandes dimensiones. A través de ella, hoy en día se accede a la playa de la Barbeira. Conserva las ranuras para el puente levadizo y una pequeña puerta lateral para el control de viandantes. Está presidida por un escudo de los Austrias, sostenido por un águila bicéfala que sujeta la corona real y con sus alas desplegadas abarca el escudo con sus cuatro cuarteles contorneados por el toisón de oro. Debajo del escudo existe una inscripción que reza así.
“Reynando en España la Católica Majestad de Felipe IV y siendo Gobernador y Capitán General de este Reyno el Señor Don Vicente Gonzaga, Gentil Hombre de Cámara de su Majestad y Corregidor de esta Plaza el Maestre de Campo Don Juan Feijoo, Caballero de la Orden de Santiago y Alcántara, de este Reyno. Se fortificó año de 1656”.
Como ya hemos señalado con anterioridad, los restos defensivos actuales se limitan a la muralla perimetral, estando el castillo propiamente dicho y la puebla completamente desaparecidos. Toda la cerca presenta una gran uniformidad arquitectónica, fruto de la construcción del Parador en 1966 y de la habilitación de todo el conjunto peninsular para su disfrute turístico (construcción de jardines y paseo marítimo).
La fortaleza presenta planta poligonal muy irregular, adaptada al tómbolo sobre el que se asienta, con doble muralla en sus puntos más accesibles, tanto por vía terrestre como marítima. Las murallas encierran un espacio de 18 Ha. de superficie, poseyendo unos 3 km de longitud. Cuenta con 595 m. de eje mayor en dirección Sureste-Noroeste, y en el menor 396.
La entrada se encuentra en su parte más meridional, hacia tierra y frente a la villa, presentando un magnífico parapeto y camino cubierto con un segundo rastrillo, tras una amplia avenida defendida y batida desde los elevados muros y la grandiosa puerta de ingreso, sobre la cual campean las armas de España y de los Sarmientos por la parte interior.


Puerta Nueva. Es construcción de principios del siglo XX, probablemente levantada cuando un particular se construyó un pazo privado aquí. Actualmente es la puerta de entrada, tanto de vehículos como de viandantes.

Puerta Nueva y Torre del Reloj. Junto a esta torre se abre la Puerta del Sol, no visible en esta imagen.
Puerta del Sol. Era la puerta de entrada a la antigua villa o puebla de Monterreal. Fue construída por don Pedro Bermúdez en 1586. Estaba defendida por la Torre del Reloj. Contaba con rampa y puente levadizo.



Torre del Reloj. Es del siglo XVI y debe su nombre al reloj que poseía. Es de planta cuadrada, con multitud de almenas. Esta torre está orientada hacia tierra y se usaba para avisar de los ataques que procedían del mar haciendo sonar la campana que tenía en su alto para que todas las iglesias del Val Miñor tocaran sus campanas avisando de los peligros. A sus pies se sitúa la Puerta del Sol, presidida por un gran escudo de los Austrias.
Baluarte o Media Luna del Cangrejo. Construído como línea avanzada, junto al hornabeque de su mismo nombre, en el siglo XVII. Es un elemento preparado para la defensa artillera en un posible ataque desde tierra, con varias cañoneras en su parte superior. El hornabeque adosado a su flanco Este hunde sus cimientos directamente en el mar, estando sus fuegos dirigidos hacia el interior del puerto.

La línea de muralla inferior pertenece al Baluarte del Cangrejo y a su hornabeque. El edificio rojizo es la sede del Club de Yates. Y por encima, asoma el baluarte del Puente y el resto de la cerca, con la torre del Reloj.

Hornabeque del Cangrejo.

Ángulo interior formado por las cortinas del baluarte y del hornabeque del Cangrejo.

Lienzo rectilíneo situado frente a la Playa Barbeira.

En primer término, garita del baluarte. Al fondo, a la derecha, asoma la garita del hornabeque.

Baluarte del Puente. Se encuentra en la parte de tierra, defendiendo la puerta principal. Contaba con una gran potencia de fuego pues alberga 15 troneras con dos del revés batiendo a la puerta principal. En sus esquinas existen dos garitas de vigilancia y guardia.
Especie de padrastro situado en la parte Oeste del Baluarte del Puente.


Puerta Real y baluarte circular.
Puerta Real. Del siglo XVI, fue mandada construir por los Reyes Católicos. Ostenta en su parte superior el escudo imperial de los Austrias, con el águila bicéfala, rodeada con el Toisón de Oro.

Exterior e interior de la Puerta Real.



Entre la Puerta Real y la Torre de la Tenaza aparecen estos dos cubos.
Torre de la Tenaza. Está dirigida hacia la bahía de Bayona, al Este, enfrente de un espigón, aunque en el pasado el mar bañaba sus muros. Debe su nombre a su parecido con unas tenazas. Su cometido era defender el puerto mediante unas baterías de tiro. Destaca en el conjunto amurallado por su aspecto robusto y solemne, en consonancia con la funcionalidad de la misma. Se trata de una torre albarrana, que está unida a la muralla por medio de una doble cortina escalonada. Posee una curiosa planta heptagonal. Tuvo funciones de almacén de municiones y de mazmorra. Incluso se cree que aquí estuvo preso el obispo de Tuy, don Diego de Muros, por orden de don Pedro Álvarez de Sotomayor. Estuvo encerrado cinco meses, tras los cuales se le concedió la libertad a cambio de 700.000 maravedíes.


Diversas imágenes de la Torre de la Tenaza.



Doble cortina que une la Torre de la Tenaza con el resto de la fortaleza.

Batería de San Antón. Se encargaba de la defensa del interior del puerto y parte de la entrada. Esta batería está formada por ocho troneras que albergan ocho cañones con sus cureñas reconstruídas.

Parte superior de la Batería de San Antón.


Muro Norte. A la izquierda se observa la Batería de San Antón.

Puerta de San Antón. Servía para bajar al mar a través de un camino entre peñascos.

Sector Norte de la fortaleza. Está reforzado por tres grandes cubos que han sido rehabilitados como miradores. El edificio que asoma por encima del muro es el Parador.

Entrada al Parador. A pesar de su imponente aspecto se trata de un edificio de 1960.


Torre del Príncipe. Es la más antigua, construída en el siglo XV en el extremo Norte de la fortaleza, dominando la entrada a la ría. Esta torre fue un antiguo faro guía de navegantes y en él estuvo preso el infante Afonso Enríquez de Portugal en 1173 cubierto con una máscara de hierro para no ser reconocido. Muy probablemente el nombre de la torre provenga de este suceso. La torre original fue destruida en el 997 por Almanzor y reconstruida años más tarde por el rey Alfonso V. Sufrió fuertes modificaciones en 1564 a manos del arquitecto Juan Zurita, por órdenes del rey Felipe II. La torre es rectangular, con el interior abovedado y con una escalera interior de caracol que lleva hasta la plataforma superior. Mantiene una torreta adosada con planta circular, residuo de su función como faro, y con una altura de 30 m. Tiene tres escudos sobre la puerta (de los Austrias, de los Sotomayor y el de la villa).
Extremo Norte de la fortaleza.



Torre del Príncipe.


Batería de Santiago. Está formada por tres cañoneras apuntando hacia el mar, muy cercana a la Torre del Príncipe.


Vista general del sector Norte.

Muralla Oeste, vista desde varios ángulos.


Puerta del Pozo. Situada a la orilla del mar, comunicaba con las antiguas huertas de los padres franciscanos junto a lo que hoy se conoce como playa de los Frades.


Muralla Oeste. A partir de esta torre se desdobla.

Pozo y Cisterna. Se encuentran a escasos metros de distancia. El pozo, a pesar de ser atribuído legendariamente a los romanos, es obra de 1580. Se puede descender directamente al manantial mediante una escalera de 446 peldaños. La cisterna es de grandes dimensiones, sostenida toda la obra por 48 columnas de granito, obra del maestro coruñés Antonio Martínez en 1642. En ella se almacenaba el agua para toda la guarnición y los habitantes de la villa. Actualmente no se pueden visitar.


Frente Suroeste.

Lugar situado al Oeste del recinto, donde la muralla se divide y pasa a ser doble. Una primera con baluartes, construída en el siglo XVII, y la segunda, tradicional, reforzada con cubos rectangulares de trecho en trecho.


Puerta que comunica con la liza de las dos murallas.

Baluarte de la Concheira. Se sitúa en el extremo Suroeste. Está formado por cuatro troneras. Enfrente mismo del baluarte existió una puerta que comunicaba el recinto antiguo de la villa.


Frente Sur. Se aprecian las dos líneas de muros. Al fondo el Baluarte de la Concheira.


Baluartillo del Medio. Se sitúa, con cinco troneras, en mitad del lienzo Sur.
Muestra de cómo han sido cegadas todas las troneras durante la última restauración.


Media luna del Condestable: obra avanzada, junto con la del Cangrejo, que hizo preciso, durante su construcción, el derribo de muchas casas que se hallaban adosadas a los muros, surgiendo numerosos conflictos y quejas. Es obra del XVII, al igual que todo el frente meridional y que todas las baterías. Este recinto moderno carecía de elementos básicos como el foso y fue objeto de duras críticas referentes a su mala disposición, si bien su calidad constructiva fue aceptable.

Este lugar ya fue morado hace más de 2000 años por diferentes pueblos como los celtas, fenicios o romanos. Se asienta en el mismo lugar que la posible colonia griega Erizana, fundada por Diómedes. Aunque siempre se ha comentado la presencia de Julio César en este lugar cuando iba en persecución de los celtas herminios, se trata de un aspecto muy poco probable, una vez estudiados los textos antiguos. Seguramente dicha expedición no pasó del río Miño. Recaredo conquistó este lugar, así como los musulmanes tiempo después. En el año 750 fue conquistado por Alfonso I de Asturias. Almanzor destruyó la fortaleza en 997. En 1331, estando en guerra el rey de Castilla con el de Portugal, es atacada la fortaleza por éste sin poder recibir los auxilios del almirante don Lope Tenorio. La muralla fue reconstruida hacia 1337 (según se deduce de una cédula dictada por el rey Alfonso XI). Algunos años después, tras la muerte de Pedro I de Castilla a manos de Enrique de Trastámara, el rey Fernando I de Portugal reclamó sus derechos al trono castellano frente a éste último, entrando en Galicia y siendo proclamado rey en Monterreal en 1370, con el apoyo de muchos nobles gallegos. En 1375, Alfonso XI restauró sus torres, y en 1388, el duque de Lancaster le puso sitio, siendo rendida por don Vasco Pérez de Camoens. Aquí fueron derrotadas las mesnadas de don Fernando de Castro, teniendo que huir con él los partidarios de Pedro el Cruel. Se volvieron a reparar sus murallas en 1390, siendo rey Juan I. Poco después de la revuelta irmandiña, Pedro Madruga, conde de Camiña, conquistó el castillo, en 1474, asesinando a muchos de sus moradores y quedando como dueño del mismo. Don Juan II y su hijo don Enrique dispusieron de nuevo la reparación de la fortaleza. Pero fue tomado el castillo por el almirante castellano don Ladrón de Guevara, para los Reyes Católicos. En 1497, los Reyes Católicos ordenaron a la población de Bayona que pasase a vivir dentro del recinto amurallado, dándole el nombre de Monterreal, pero no fue ese el deseo de los vecinos, que tan sólo aceptaron los designios de los monarcas unos años. El 29 de agosto de 1533 atacó el castillo una armada francesa.

En el siglo XVI, Monterreal se convirtió en una importante plaza de armas que rechazó a finales de siglo un ataque del pirata inglés Drake en 1585. Fue llamada por Felipe II “la llave de mis reinos”, por su heroica defensa. En sus aguas se preparó una gran expedición naval, al mando de don Martín de Padilla, que intentó, sin éxito, liberar Irlanda del dominio inglés. Por orden de Felipe II, el ingeniero Fratin realizó los primeros proyectos para abaluartar la plaza, pero no fue hasta los años 1640-1666, cuando se realizaron las obras. Después, se fue convirtiendo en residencia de los diferentes gobernadores militares de la fortaleza, entre ellos el conde de Gondomar. En 1743, los cañones de esta fortaleza salvaron a la fragata Conde de Chinchón cuando era perseguida por dos fragatas inglesas. El 12 de febrero de 1809, los franceses del mariscal Soult tomaron Monterreal, siendo recuperada el 15 del mismo mes por los patriotas. El 28 de febrero de 1820 el capitán Javier Celeirán proclamó dentro de sus muros la Constitución. En 1843 sus cañones dispararon por última vez, contra los partidarios del general Iriarte, y poco después, en 1859, una Real Orden dispuso su abandono, siendo sacado a pública subasta en 1872. Fue vendida tan insigne fortaleza por la irrisoria cantidad de 47.985’25 pesetas. En 1875 fue adquirida por el marqués del Pazo de la Merced, quién construyó, con los maltrechos restos de las edificaciones un interesante pazo de gran valor arquitectónico y con numerosas obras de arte. El 22 de agosto de 1881 lo visitó el rey Alfonso XII. En 1924 fue comprado por el acaudalado asturiano don Angel Bedriñana y Meana, hermoseándolo con jardines. Pasó a manos del Ministerio de Información y Turismo, por expreso deseo personal de Franco. Hoy el recinto de Monterreal está convertido en Parador de Turismo desde 1966. La fortaleza puede visitarse cualquier día del año. Desde ella es agradable presenciar las magníficas puestas de sol sobre la ría y sobre las islas Cíes y la línea marítima sobre la que se estira Bayona.


Sector Sur. A la derecha, muralla medieval. A la izquierda, muralla del siglo XVII con el Baluartillo del Medio. Entre ellas, la liza.

Muralla Este de la villa, muy quebrada.
