Castillo de Montealegre

Frente Este del castillo. Aquí se encuentran los mejores restos formados por las dos grandes torres, ahora restauradas, que protegían la desaparecida entrada. A la izquierda se aprecia un trozo del antemural.

Sobre una elevada colina de 831 m. de altura, la cual domina la población y una extensísima llanura. Su acceso es posible en vehículo debido a un camino que llega a un grupo de antenas que se levantaron junto al castillo.

Mal estado. Aunque ha sido restaurado en parte.

Torre Este, de planta rectangular, está realizada en su parte baja con mampostería, donde todavía se aprecian los anclajes de los andamios que se utilizaron para su construcción. Luego en la zona media se encuentra mampostería enlucida, y en la parte alta, varias capas de tapial de tierra, casi en su totalidad, reconstruídas durante la reciente restauración.

Castillo montano con planta irregular y dos recintos. El inferior o albácar se desarrolló en la ladera meridional, pero sus restos son muy escasos. Tan solo el ángulo Sureste en el que se aprecia un acceso a modo de poterna y un lienzo recto en el flanco Sur. El superior o principal está levantado en la cumbre aprovechando la meseta rocosa, la cual proporciona una pared vertical de unos dos metros de altura en las laderas occidental y meridional. La fábrica es la mampostería, tapial y enlucidos de yeso. Las paredes están realizadas mediante una cimentación de mampostería sobre la que se eleva un muro de tapial de tierra. Los pavimentos son de yeso y tierra apisonada. En el centro del recinto se encuentra el gran aljibe, excavado en la roca, revestido de mampostería y conservando los arranques de la bóveda de medio cañón que lo cubría. A su alrededor se disponen las cuatro alas dispuestas adosadas a los muros perimetrales, cada una de ellas subdividida en varias estancias con funciones diferentes, de producción, de almacenamiento, cuadras y salas nobles. Todas ellas se orientan hacia el patio, el cual articula los recorridos en su interior, con porches cubiertos en algunos sectores. En la última restauración, se han encontrado las huellas de dos escaleras que nos indican la existencia de una planta superior o un acceso a los adarves. 

 

 

Torre Sureste. Es de menor tamaño que la anterior, de planta trapezoidal, elevada sobre una plataforma escalonada y de similar factura que la anterior. También se encuentra restaurada.

 

Entre las dos torres se debió desarrollar un cuerpo en el que se abría la puerta, y sobre la misma, varias estancias, que debieron ser de tapial y madera, pues según cuentan las crónicas fueron destruídas por el fuego. Hoy este cuerpo está arrasado bajo la rampa que se realizó hace unas décadas para instalar unas antenas en su interior.

La fortaleza de Montealegre se construyó a mediados del siglo XIV, seguramente de forma continua y uniforme, con materiales de bajo coste y cierta premura, empleando técnicas mudéjares. También parece que se reaprovecharon elementos antiguos musulmanes, en concreto parte de una torre y varias estancias  a ella adosadas, las cuales quedaron incorporadas al recinto cristiano. No debió ser muy fuerte este castillo, pues en su parte Este existe un cerro más elevado que le hace de padrastro y desde el cual se puede batir con cierta facilidad el interior de la fortaleza.

 

Torre Sureste vista por su parte interior, con los restos de las construcciones del ala meridional, lagar, fragua, poceta y demás.

 

 

 

Aljibe.

 

 

 

 

Torre Este.

Fortaleza de origen musulmán, de época indeterminada. Es nombrado por primera vez en documentos referentes a Jaime I y a su yerno Alfonso X. El actual edificio tiene su origen en la concesión que efectuó don Juan Manuel, Señor de Villena, en los primeros años de 1330 a su hijo natural Sancho Manuel, al cual concedió las tierras de Montealegre y Carcelén, dos territorios del antiguo “hisn” de Almansa. En 1364 fue arrasado el castillo durante la guerra que Pedro I tuvo contra su hermano Enrique de Trastámara. Pedro I autorizó a Chinchilla a anexionarse Montealegre como aldea y a destruir su fortaleza, por el solo hecho de que la señora de Montealegre, Doña Constanza, se puso de lado de Enrique. Las tropas del Concejo de Chinchilla ocuparon finalmente el castillo que fue incendiado, quemándose las torres y habitaciones situadas encima de la puerta principal. Doña Constanza Manuel logró recuperar Montealegre tras pleito de más de 20 años y que se le resarciera de los daños causados, casi a finales del siglo XIV. Con el dinero de las indemnizaciones, Doña Constanza efectuó una serie de remodelaciones, como habilitar estancias nuevas para personas y animales. Con el paso de los años y el paso del señorío de unas manos a otras y a diferentes casas que ya poseían sus sedes en castillos de otros lugares, se hacía innecesaria la reconstrucción de la fortaleza que se iba degradando poco a poco. Los elevados gastos de reposición disuadieron a sus propietarios de cualquier reforma, quedando reducido el señorío de Montealegre a un lugar donde extraer rentas, mientras la fortaleza quedaba en el olvido.

 

 

 

Cerro del castillo desde el Sur, con el pueblo a los pies.

El castillo de Montealegre desde el padrastro que lo amenaza por su parte Este. Se aprecia el conglomerado de antenas que lo amenazan y el camino que le sirve de acceso.