Sobre un cerro cónico de 1505 m de altura que domina el pueblo desde el Oeste. No presenta accesos claros pero su pendiente no es obstáculo que impida su sencillo ascenso. Quedan muy escasos restos.
Castillo montano de planta irregular adaptada al espacio disponible en la cumbre del cerro. Presenta una longitud aproximada de 60 m y una anchura máxima de 25, cubriendo una superficie de 1.200 m2 aproximadamente. Los muros que subsisten son todos de mampostería. El elemento que destaca es parte de un cubo fuertemente ataludado con algunos sillares en sus esquinas, totalmente diferente al resto. ¿Podría ser obra de la etapa carlista?
Restos del extremo meridional.
Imagen septentrional del castillo.
Cubo ataludado.
Era uno de los confines del principado de los Banu-Razín. Se cree que ya existía en 1168. Aquí fue derrotada una partida de tropas castellanas mandadas por don Bermudo. En 1374 fue asolado por los castellanos durante la Guerra de los Dos Pedros. Durante la Edad Media debió tener una gran importancia por ser sede de la encomienda principal de la Orden de Monteagudo, que más tarde se uniría a la de Alfambra.
En 1840, durante la Primera Guerra Carlista, fue reparado por mandato del duque de la Victoria y abastecido con víveres y una pequeña guarnición que sostuvo de forma heroica un fuerte ataque de tres batallones carlistas que sufrieron 40 muertos y numerosos heridos.
Extremo Noreste, donde debió estar la puerta.
Desde Monteagudo, a 3’5 km, se divisa con claridad el castillo de Cedrillas.