Flanco Sureste del castillo, desde donde se aprecian todos los males que aquejan este edificio.
Sobre un monte de 275 m de altura, a unos 4 km al Sureste del pueblo de Darníus, cercano a la carretera de Viure. Su altura solitaria lo hace visible desde muchos kilómetros a la redonda, como una extraordinaria atalaya. Se puede acceder desde varios puntos pero al más práctico es comenzando en el vecindario homónimo, desde el que hay rótulos indicativos. También es llamado Castillo de Monroig, de Monte Rojo o de Monroy.
El castillo se encuentra en pésimo estado. Su deterioro es muy acelerado. No hay más que ver imágenes de hace unos años y compararlas con la actualidad. Grietas impresionantes, pérdidas de apoyo de las zapatas, grave inclinación de algunos muros, disgregación del mortero y caída de cascotes con mucha frecuencia. En algunos puntos puede resultar peligrosa su visita. Por otra parte, la vegetación invade el recinto (abril de 2023) y complica su observación y estudio. En pocos años no será más que un montón de escombros.
Frente meridional.
Castillo roquero de planta irregular con tres recintos acoplados al espacio disponible entre las rocas. Su construcción es el resultado de innumerables modificaciones realizadas a lo largo de la historia. Sumado a su mal estado y a la espesa vegetación arbustiva, hacen que su estudio sea bastante dificultoso. Cuenta con una superficie aproximada de 1.000 m2. El recinto superior o principal, a simple vista, consta de dos elementos, una sala alargada y lo que parece ser la torre del Homenaje, de lo que tan solo subsiste en pie parte de los muros meridionales. Y lo que queda presenta una grave inclinación que hace temer lo peor. Cuenta con un vano con arco de medio al que han sido expoliadas las dovelas. El resto de dependencias del segundo recinto se encuentran al Sur, muy arruinadas, en ellas destaca una larga fila de aspilleras que parecen de la época carlista. En el flanco occidental aparece un lienzo curvo con aspecto de ser una batería para varios cañones, posiblemente también de las guerras carlistas. Finalmente, el último recinto abierto hacia el Norte y Este, lo podríamos considerar como el albácar. Toda la fábrica del castillo es la mampostería de color rojizo (de ahí su nombre) con sillares en algunas esquinas. Aparecen todavía muchos tramos enlucidos con mortero de color blanquecino.
A 17 m al Oeste se construyó un búnquer durante la Guerra Civil (1936-39) o después de finalizar. No está clara su datación. Y en la ladera del monte existió una mina de baritina o espato pesado, cerrada hace décadas.
Parte del recinto superior. Lo que queda del Homenaje y el arco con las dovelas expoliadas. A los pies aparece un desplome reciente.
Esto es lo que queda de la torre del Homenaje, en peligrosa inclinación.
Posible batería.
Sector occidental de la sala principal. Ha perdido la zapata de apoyo y se ha desgajado del resto del muro. Su colapso es inminente.
Está documentado por primera vez en 1070 cuando pertenecía a Guillermo Bernat. En 1292 tenía una guarnición de 18 soldados y en 1359 vivían en él 8 familias. Fue escenario en 1794 de una batalla durante la Guerra del Rosellón contra los franceses. Es conocido este hecho como batalla de Mont-Roig o de Darníus, mientras que los franceses la llaman del Monte Negro. Como resultas de ella el castillo fue dinamitado y abandonado.
Lienzos meridionales, plagados de aspilleras.
Vista general desde el Sur. A sus pies aparece la ruinosa masía de Can Barris.
A escasa distancia de los muros del castillo se construyó este búnquer.