Se encuentra sobre una colina alargada situada un kilómetro al Sureste del pueblo, muy cercano a la carretera de Torralba, desde la que parte un estrecho caminillo que nos lleva hasta la base de dicha colina. También es conocido como Tiestos.
Muy mal estado. Tan solo se observan los restos de una torre derrumbada y se intuyen el foso y el recinto gracias a las curvas de nivel. Toda la zona se cubre con tupida hierba que oculta los posibles restos. Tanto es así que a pesar de que en algunas fuentes se señala la existencia de murallas, nosotros no pudimos observar ninguna.

La colina del castillo vista desde el pueblo. Por encima asoma la torre.

Las curvas de nivel permiten distinguir su perímetro.
Se trata de un poblado celtíbero (Tiestos) que fue reutilizado por los musulmanes y, casi con toda seguridad por los cristianos al estar en plena frontera con Castilla. Presenta un recinto alargado orientado al Este-Oeste, de unos 100 m de longitud y 32 de anchura, que cubre un área de 2.500 m2 aproximadamente. Su zona oriental está escalonada y más elevada, y en su extremo, aparece la base de una torre que parece cuadrada (5 m de lado) pero está tan arruinada que es difícil asegurarlo. A sus pies se abre el foso de 8 m de anchura. Torre y foso se encuentran defendiendo el punto más débil del recinto. La torre tiene las primeras hiladas de época celtíbera y las superiores musulmanas.


Esquina meridional de la torre.
Flanco Suroeste.


El resto de la torre es un montón de escombros.
Torre y foso.


Torre y sector elevado, vistos desde el Oeste.
Es sin duda un castro celtibérico reutilizado en época medieval musulmana y posterior cristiana, seguramente en el siglo XIV, con ocasión de la Guerra de los Pedros. El lugar es citado en 1182, por la bula del Papa Lucio III. A partir de 1186, Tiestos pasó a pertenecer al Monasterio de Piedra, cuya donación será ratificada por Alfonso II en 1195. En 1212 todavía pertenecía a Piedra y se les concedía a los de Tiestos franquicias en tierra de Molina. Antes de 1248 Jaime I de Aragón concedió a Andrés de Liñán la alcaldía de la fortaleza de Tiestos, sita en la frontera con Castilla. En 1369 era señor de Aldehuela y de su castillo Pedro de Liñán, también conocido como Fernando Gonzalvo de Liñán. Seguía como señor de Tiestos en 1382.
En las cercanías del castillo se encontró un tesorillo de monedas musulmanas de oro, pues el recinto estaba horadado por numerosas cuevas y subterráneos de época musulmana, aunque los indicios cerámicos medievales son escasos.