Está situado en la parte alta del pueblo, aprovechando la existencia de un conjunto rocoso espectacular, con peñas puntiagudas y con una entrada natural llamada popularmente Cueva de los Moros.
Muy mal estado. Entre las rocas y las viviendas todavía se pueden distinguir algunos muros pero muy maltrechos.

Cueva de los Moros. Curiosas formaciones rocosas que se levantan en el centro del pueblo. En torno a ellas se pueden encontrar algunos de los lienzos del castillo. En la cúspide de las rocas queda un aljibe en posición inverosímil.


En estas dos imágenes se observan los restos del aljibe, situado en la punta de las tres rocas que forman la Cueva de los Moros.


Bóveda del aljibe, desde el interior de la Cueva de los Moros.
Pequeño castillo roquero que conserva muros de mampostería y de tapial. Se levantó aprovechando un sorprendente conjunto rocoso con entrada natural, llamada por los lugareños Cueva de los Moros. Esta cueva está formada por tres peñascos verticales a modo de trípode, sobre la cima de los cuales, fue construida por los árabes, una bóveda, que todavía se conserva en parte, para sostener un aljibe. Desconocemos su planta pues solo quedan restos dispersos entre las casas del pueblo.


Dibujos antiguos existentes en el privilegio de villazgo, de 1565. En ellos aparece, entre agudos peñascos verticales, el castillo, mientras es bombardeado con proyectiles incendiarios, y estado en que quedó el edificio tras el ataque.

Zona que concentra los escasos restos existentes del castillo, por encima de la iglesia y las peñas que forman la Cueva de los Moros.

Lienzo de tapial existente junto al Camino Viejo.
Fortificación musulmana del siglo XII. A partir de 1213 fue reutilizado por los cristianos tras su conquista. Perteneció al Concejo de Alcaraz el cual fomentó su repoblación a mediados del siglo XIV. Sufrió mucho con las guerras intestinas que sacudieron Castilla en tiempos de Juan II, pues el Maestre de Santiago, don Rodrigo Manrique, rebelde contra el rey, se alió con los musulmanes de Granada, saqueando Ayna y apresando a sus moradores. En 1455 era su alcalde don Alfonso de Montiel, quién se encargó de su reacondicionamiento. En 1565, Ayna obtuvo el privilegio de villazgo por el que se desvinculo de la ciudad de Alcaraz, en este documento hay un escrito que dice:
«Este castillo guardó el paso de los moros, resistiendo a fuerza de armas a los de Granada y Baza. Estaban en este castillo 25 hijosdalgo, libres y exentos de todos pechos, demandados y pedidos, que murieron muchos en cautiverio por su defensa y la Santa Fe Católica».


Lienzo de tapial sobre el cual a alguien se le ocurrió levantar el salón parroquial en la década de los ochenta. Contaba con almenas, como se aprecia en la imagen antigua, que fueron destruidas durante las obras.