Castillo de Iptuci

Sobre el Cabezo de Hortales, de 467 m de altura y vértice geodésico. Está situado 5’5 km al Sur de Prado del Rey. Se encuentra en el interior de una finca privada y vallada. Pero el problema no es que esté en una finca privada, sino que desde su excavación en los años 1993 y 1994, no se ha vuelto a intervenir, y la vegetación arbustiva ha invadido por completo todo el recinto. En el momento de nuestra visita (octubre 2025) formaba una maraña impenetrable que apenas permitía el paso, ni tampoco la localización de los restos.

Castillo de planta cuadrada (36 m de lado) con dos cubos circulares reforzando sus ángulos meridionales. Ocupa una superficie aproximada de 1.300 m2. Está rodeado por un antemural. Su única puerta se sitúa al Norte, dispuesta en codo simple y flanqueada por dos torres macizas. Todo el conjunto se construyó a base de materiales reutilizados de edificios romanos anteriores y su técnica constructiva es a base de piedras irregulares y relleno de mortero y ripios.

Todas las imágenes han sido tomadas en los museos de Prado del Rey y Benaocaz.

El Cabezo de Hortales forma en su cima una amplia planicie que fue ocupada desde muy antiguo, comenzando a mediados del IV milenio a.C. y teniendo su apogeo en época romana. Todos los pueblos que lo ocuparon vinieron atraídos por las explotaciones salineras de sus cercanías. Se formó una amplia población llamada Iptuci que estaba rodeada de un fuerte muro del que apenas quedan vestigios. No obstante, se puede seguir su perímetro por las curvas de nivel que han quedado en el cerro.

Posteriormente, en el siglo VIII, los moros levantaron un castillo en el centro del flanco occidental del cerro. En el año 1133, Alfonso VII de Castilla, realizó una rápida incursión que desembocó en la destrucción del castillo árabe. Pero todavía siguió habitado por un pequeño número de personas hasta el siglo XV, cuando fue abandonado definitivamente.