Castillo de Herrera

 

 

 

Imagen tomada desde el Norte. La torre sobresale por encima del conjunto de edificios.

Sobre una colina de 632 m. de altura que resalta muy poco con el entorno circundante, pero que le da un gran dominio visual. Se sitúa a unos nueve kilómetros al Norte del pueblo, cercano a la carretera de Alcolea, desde la cual, es visible, y dentro de la finca Aguas Acedas que, por suerte, no está vallada. No obstante, el conjunto de edificios, sí que permanece vallado siendo imposible observar los restos del castillo de cerca. Mantiene contacto visual con el castillo de Caracuel.

Muy mal estado. Aunque no se encuentra en ruinas, está tan transformado que es muy difícil distinguir sus elementos y diferenciarlo de otras fincas cercanas.

 

 

La torre vista desde el exterior del recinto.

Actualmente es un conjunto de edificaciones que forma el típico cortijo o finca habitual en esta región de la provincia. Toda una serie de edificios dedicados a las labores agropecuarias, tanto de agricultura como de ganadería, incluyendo la casa del guarda e incluso algunas dependencias para los amos o propietarios. Todo ello alrededor de un gran patio central. Del castillo han quedado algunos muros en su interior y, en su extremo Sur, una gran torre, muy transformada en la actualidad al ser utilizada como almacén, palomar y demás utilidades. Dicha  torre presenta dos niveles y una puerta con arco apuntado, con gruesos muros de mampostería. No hemos podido visitar su interior. La gran torre sí que se puede observar desde fuera, aunque con dificultades.

 

 

 

Imagen de la torre extraída de la web: “mapio.net”.

Fue una de las encomiendas de la Orden de Calatrava, siendo alcaide en 1328 don Pedro Esteve. En las Relaciones Topográficas, de Felipe II, del siglo XVI se cuenta que el castillo tenía murallas y torres de cal y canto. En el siglo XVIII comenzó su transformación en casas de labor.

Imagen meridional del castillo.