
Vista del castillo desde el Norte.
Lo podemos encontrar en el centro del pueblo, sobre una roca.
Excelente estado Ha sido restaurado con mucho acierto para ser utilizado como establecimiento hotelero.

Interior de la puerta de la barrera. Se cree que no es la original.

Puerta del castillo, propiamente dicha. Se encuentra en el flanco Noroeste, con arco apuntado de magníficas dovelas y un buen matacán.
Castillo roquero aunque no lo parezca, de planta irregular, sin torreones destacados. Ha sufrido añadidos y remiendos durante siglos, pero siempre acoplado al espacio disponible en la plataforma rocosa donde se encuentra. Tiene una longitud máxima de 43 metros y una anchura de 25, cubriendo una superficie aproximada de 950 m2. Presenta unas características únicas en la comarca por su fábrica en excelente piedra sillar. Se construyó sobre una antigua torre del siglo XII que todavía se puede apreciar en su esquina meridional. Todo el conjunto está rodeado por una barrera que se ha hecho visible en los últimos años al derribar varias casas que tenía adosadas. Su puerta original parece que se abría en el flanco Oeste, pero la actual lo hace en la esquina de ese mismo lado. En la fachada Noroeste se abre la puerta del castillo, apuntada y adovelada, bajo una hermosa buharda apoyada sobre tres ménsulas de sillería escalonadas. Los muros están rematados por almenas prismáticas, abiertas alternativamente con saeteras. Los únicos vanos que se conservan son ventanas modernas. El espacio interior se dividió en dos plantas. La baja destinada a almacenes, graneros y establos. Y en la otra, las estancias nobles. Estos edificios se articulaban en salas alargadas paralelas a la fachada y dejando dos reducidos patios interiores. El más pequeño tiene una escalera de acceso al adarve. En el patio se excavaron salas subterráneas destinadas a bodegas. En el siglo XVI se construyó una capilla. A pesar de tanto derrumbe y reconstrucción a lo largo de los siglos, el castillo mantiene intacta su estructura y la mayor parte de características originales, aunque se haya habilitado como hotel.

Patio Sur.

De la primitiva torre del siglo XII se pueden observar sus restos en la zona Sur del castillo. Presenta planta rectangular (15 x 5 m) construída con grandes sillares, algunos ciclópeos, con diferente colocación que el resto del edificio, por lo que se distingue claramente, tanto desde el exterior como del interior. Sus muros tienen un espesor de 1’5 m. Su base es maciza, lo que se puede apreciar desde el patio del castillo, puesto que su muro Norte está prácticamente desaparecido. En dicho muro Norte estaría su puerta, en la segunda planta, accesible solo mediante una escala de mano.
En el siglo XIV se construyó una cerca que rodeaba la torre. En 1352, el Cabildo de Tarazona llevó a cabo la configuración actual del castillo, con el cerramiento de la muralla, como primer recinto defensivo, y el recrecimiento de los muros, tal como se aprecia en la fachada principal. Este recrecimiento, con superposición de almenado, es visible en otros castillos del entorno, y fue a causa de la Guerra de los dos Pedros. A finales del XIV o principios del XV el castillo quedó con, más o menos, el aspecto actual. Se utilizaron sillares de caliza y arenisca de gran calidad. La antigua torre quedó adaptada, en el ángulo Sur, integrándose en la nueva fortificación. Todo el castillo fue rodeado, a su vez, por un antemuro o barrera, que se remataba con almenas prismáticas abiertas con saeteras.

Flanco meridional de la torre del siglo XII visto desde el exterior. Se observan los enormes sillares de su base, y por la izquierda se aprecia como el muro del castillo se adosa a ella sin integrar sus sillares.

Flanco septentrional desde el interior del castillo. Este lienzo falta casi en su totalidad.


Extremo Norte del castillo. Fue el más afectado durante el ataque de los borbónicos durante la Guerra de Sucesión. A mediados del siglo XX se desplomó, reconstruyéndolo y alterando por completo su estructura original. Todavía mantiene casas adosadas por lo que su reparación no ha sido completa. La torre, recrecida durante la restauración, es maciza.

Frente Sureste. Ha sido calzado con muros de hormigón y grandes piedras para asegurar la estabilidad del edificio.
Existía en 1106 siendo su población enteramente morisca durante siglos, por lo que se vió muy afectado con su expulsión en 1609. En el siglo XII Grisel era posesión de Pedro de Atarés. El castillo es nombrado por primera vez en 1301 cuando lo tenía Lope Ferrench de Luna en nombre del rey. Perteneció a un señorío laico durante muchos años, hasta que se hizo con él el obispado de Tarazona. Durante la Guerra de Sucesión, en 1707, fue seriamente dañado. Su reparación dejó unos parcheados todavía claramente visibles en algunos puntos. Fue guarnecido por Pedro Pacheco con 50 hombres pero poco pudieron hacer al ser atacados por más de 300 partidarios borbónicos. Tras la Desamortización de 1836 fue comprado por la familia local Ramírez-Tejero. Los propietarios transformaron el castillo en una vivienda, dividiendo los grandes salones en estancias pequeñas y abriendo nuevas ventanas y balcones.


Desplome y apuntalamiento de 1980
Con los años, se dividió en dos viviendas, lo que llevó a nuevas reformas. En la zona Norte se abrió otra puerta de acceso y se construyó otra escalera. En 1980, se derribaron varias casas adosadas al castillo en estado ruinoso. Como consecuencia se desplomó una parte de la muralla y se procedió a apuntalar de urgencia otro tramo en grave peligro de caída. Entre 1988-1991 se reconstruyó la parte caída pero sustituyendo las originales almenas prismáticas con sus saeteras por escalones corridos. El castillo, en estado de ruina inminente, fue adquirido en 1988 por Manuel Giménez Aperte, momento en el que empezó una compleja y apasionante labor de restauración.

En los últimos años ha sido sometido a una reforma integral que lo ha habilitado como estancia hotelera, por los arquitectos Alejandro Rincón y Javier Enciso. Se conservan varias puertas originales de la reforma del siglo XVI. La cubierta principal, con modificaciones del siglo XVI, era inclinada a dos aguas. En la restauración ha sido reducida para liberar el almenado en el que se apoyaba, y ocultaba, y se ha sustituido, en parte, por una cubierta plana ventilada. La capilla se ha rematado con una cubierta inclinada a cuatro aguas, dejando libre el adarve. Previo a las obras se han realizado dos excavaciones arqueológicas que han aportado abundante material cerámico y han aparecido varios aljibes que han sido estudiados y conservados. Tras treinta años de obras de rehabilitación, en 2014 abrió sus puertas como un hotel con encanto (castillodegrisel.com). El proceso de renovación y consolidación lo continuó el actual director, Luis Zueco, ya que era un niño de ocho años cuando su tío (Manuel Giménez Aperte) adquirió esta singular propiedad. Toda la decoración ha sido cuidadosamente elegida, creando diferentes ambientes que se han dado en el castillo desde su origen, por lo que paseando por sus estancias podemos hacer un viaje desde el siglo XIV al XIX. Después de la restauración a que ha sido sometido el castillo en estos últimos años, se han realizado en el mismo infinidad de actividades culturales: exposiciones de pintura, antigüedades, fotografías, etnográficas, variados conciertos de música, presentaciones literarias, certámenes de poesía, etc..; que han puesto de manifiesto que un edificio como éste representa para un pueblo como Grisel, un foco de permanente atracción de visitantes.

Frente Noroeste, reconstruído después de su derrumbe en 1980. También ha sido preciso calzarlo con un muro de hormigón que es visible en su base.

Fotografía antigua del sector Noroeste durante su reparación. En el ángulo superior izquierdo se aprecia la puerta, que ha quedado prácticamente en el aire.

Frente Suroeste. Aquí se encuentra la puerta actual en la barrera. Se aprecia con claridad los dos edificios adosados pero no integrados. A la derecha, la torre del siglo XII, y a la izquierda el cuerpo añadido en el XV.