
Imagen septentrional del castillo, tomada desde la ermita de San Miguel.
Sobre una colina separada de la Sierra de Corbera y al Norte de la misma. Domina totalmente desde su posición al pueblo de Corbera, toda la comarca con su marjal, e incluso, la costa. Un buen sendero permite ascender hasta él desde el pueblo.
Mal estado. A pesar de su imponente aspecto, su degradación es muy grave, con contínuas pérdidas de materiales. A mediados del año 2022 terminó una primera fase de reparación del castillo, con un presupuesto aproximado de 250.000 €, que se ha centrado en consolidar los muros septentrionales y habilitar un camino para la maquinaria de las obras. También para colocar una puerta metálica que cierra el castillo e impide las visitas. Se anuncia una segunda fase, con un presupuesto de 444.000 € que deberá estar terminada a finales del año 2023. Estas obras, según se ha publicado en prensa, permitirán las visitas al castillo, cosa que no entendemos, puesto que nosotros lo hemos visitado en los años 2011 y 2015 y no hemos tenido ningún problema.

Extremo Noroeste.
Sector del lienzo Noreste. Se aprecia como el muro se adapta a las rocas, aprovechando el más mínimo espacio.


Quiebro en la cortina Noreste, aprovechando una roca existente.
Castillo roquero de planta irregular alargada, con dos recintos, orientado en dirección Noroeste-Sureste. Presenta una longitud de 175 metros, con una anchura máxima de 46, y ocupa una superficie de 6.500 m2. Se compone de un anillo exterior defensivo o albácar, cuyos muros, dispuestos en cremallera, fueron construidos con tapial y más tarde coronados por almenas en época cristiana y un recinto superior en el que se encontraban las dependencias señoriales. Quedan restos de la barrera o antemuro. De sus defensas sobresale, hacia el Noreste, una larga y ancha coracha almenada. Es doble muro saliente, en ángulo recto, que desciende la ladera por la parte abrupta del cerro para cubrir la entrada. La coracha acaba en una fuerte torre avanzada, de 16 m. de altura. El camino de acceso viene del Norte, cruza bajo una bóveda la coracha, y gira 180º para entrar en la fortaleza por un bastión defensivo que protegía la entrada, que obliga a girar de nuevo, tras pasar un segundo control, para alcanzar la auténtica puerta y penetrar en el recinto. Cuatro veces estaban pues, los atacantes de modo sucesivo, bajo el fuego de los defensores si querían entrar por las puertas del castillo. La muralla hace numerosos quiebros, con lo que se evitan las torres, como puede apreciarse en el frente Suroeste, del tipo dentado. El cinturón amurallado está muy bien conservado, salvo un pequeño tramo al Sureste, y tuvo en su interior un reducto central, con salas abovedadas, parcialmente conservado, que sobresale sobre las murallas del primer recinto, al Sur. Del interior, donde han desaparecido casi por completo todas sus estructuras, se conserva el aljibe y uno de los frentes de la torre del homenaje, adivinándose también el patio de armas. En el extremo Sureste hubo otra cisterna de la que quedan vestigios. Los muros tienen una anchura de 50 cm, construidos fundamentalmente a base de cal y piedra.


Puerta metálica colocada en el año 2022 que impide la entrada al castillo.

Impresionante aspecto de la torre albarrana y su coracha almenada, con el paso obligado hacia la entrada por debajo.



Bóveda de cañón que cruza la coracha. Se ha caído en parte.


Interior de la coracha de la torre albarrana.

Torre albarrana.

Extremo Noroeste, en el año 2011.
El mismo lugar, en 2022, una vez consolidado, con acierto a nuestro juicio.



En primer plano, restos de la barrera, avanzados con respecto al muro del castillo que se ve al fondo.

Sector del lienzo Noreste, prolongación de las peñas.

La única torre del sector Noreste, de ladrillo y planta cuadrangular. Está asentada sobre una gran grieta que amenaza su estabilidad.


Vista Suroeste de la fortaleza.

Extremo Sureste.

Restos del único torreón cuadrangular del sector Suroeste.

La muralla formando quiebros. Disposición llamada “en cremallera”.


Curiosamente, las almenas de los lienzos Noreste y Suroeste son bastante diferentes. A la derecha se muestran las del primer lienzo, y a la izquierda, las del segundo.


Zona Norte en 2011.
Zona Norte, en 2022.

Zona Sur. Por encima de la muralla asoman los restos del segundo recinto.

Conjunto de muros que protegen la entrada, formando un pequeño reducto.



Es una fortaleza musulmana del siglo XI edificada sobre restos romanos. Se dice de él que fue refugio del rey musulmán cuando fue derrotado por el Cid Campeador cerca de Valencia. Fue muy transformado por los cristianos, quienes lo dotaron con almenas. Según la tradición, durante el asedio cristiano, apareció la virgen sobre sus muros, imagen hoy venerada en el lugar. El castillo de Corbera era muy importante en la época musulmana y durante la baja edad media tuvo jurisdicción sobre un amplio territorio entre el río Júcar y la sierra de Corbera, limitando al Oeste con Alcira y al Este con Cullera y el mar. Formaban su demarcación los actuales municipios de Favara, Llaurí, Poliñá, Riola y Fortaleny, y una serie de núcleos desaparecidos, de los cuales quedan los nombres en algunas partidas de los distintos términos municipales actuales, como Nacla, Alcudiola, Llíber, Montsalvá, Matada, Benihomer, Beniboquer, etc. El castillo jugó un importante papel durante la Guerra de las Germanías, donde en junio de 1521 tuvo lugar una batalla que lo destruyó por completo.

En esta imagen se aprecia la disposición en cremallera de la muralla. Por encima, asoman, los contrafuertes del recinto superior.

Aljibe.

Almenas del recinto superior, muy alteradas

Construcción del recinto superior reforzada con cinco contrafuertes.


Vista general desde el Oeste.

Otro de los lienzos del recinto superior.



Extremo Oeste del castillo.