
Se localiza en el caserío homónimo, al Sureste de La Junquera. Adosado a sus muros hay un afamado restaurante. Cuenta con buenos accesos, con rótulos indicativos, desde el polígono industrial.
Quedan escasos restos, apenas un muro. Fue transformado en una masía en el pasado.
Forma un bello conjunto con el restaurante y una ermita románica dedicada a San Jaime. Los restos del castillo están en el interior de una parcela privada pero se pueden observar desde la ermita con bastante claridad. El muro mejor conservado está orientado a levante y en él aparecen los restos de una ventana ajimezada, modillones de un desaparecido matacán y según se dice, una portada de medio punto que nosotros no tuvimos la suerte de poder encontrar.
Fue documentado por primera vez en el año 1297. Perteneció a la familia Canadal-Despich.