Castillo de Ambra

Castillo de vida muy corta. Levantado a principios del siglo XIII y abandonado en 1280 cuando se levantó en el llano la nueva villa de Pego sobre la antigua alquería musulmana de Uxola.

 

En el escarpado monte que domina el pueblo por el Sur, a 264 m de altura. Existe un camino para llegar hasta él que nace en la carretera de Vall de Ebo, entre las dos entradas a la finca San Juan.

Muy mal estado. Abandonado en fecha temprana, apenas queda el muro exterior y algo más.

 
 
 
Entrada al antemural. Se aprecian las tres líneas de muralla defensiva.

Interior y exterior de la entrada a la muralla.

 

 

 

Cerro del castillo visto desde el Este. Se observa los paredones verticales del flanco Norte, los que dan al pueblo de Pego.

Castillo-poblado roquero con planta irregular alargada de Noroeste a Sureste y doble recinto. Tiene una longitud de 160 m. y una anchura máxima de 50 m. ocupando una superficie de 5.120 m2 aproximadamente.  En la zona más baja podemos encontrar un antemural o barrera de tapial sobre mampostería con la puerta en su flanco de poniente con ingreso en codo muy elaborado. Presenta algunas aspilleras. Traspasado el antemural, una estrecha liza obliga al visitante a circular por delante de la muralla fuertemente defendida por cubos de planta cuadrada en saliente, de los que se conservan cinco, hasta la entrada al poblado propiamente dicho, que se sitúa en el flanco contrario. Ésta se dispone entre dos cubos, con fachada de sillería y doble jamba, que da acceso a un ingreso directo con un cuerpo de guardia. Dentro del recinto se observan numerosos restos constructivos muy arruinados de las antiguas casas del poblado, todos construidos en tapial sobre basamentos en mampostería. En la parte más alta, junto a una caseta con antenas hay restos de una torre circular, y en la parte baja se realizaron excavaciones arqueológicas en las que se encontraron restos ibéricos y romanos. Todas las defensas conservadas están en el lado Sur, donde la ladera es suave. En el lado Norte, los escarpes, de altura desmesurada, no lo hacen necesario. Fue una fortaleza de gran importancia en su tiempo, que guardaba el paso a Vall de Ebo y controlaba el valle de Pego al completo, la marjal e incluso la costa, teniendo gran relevancia histórica. Desgraciadamente no quedan más que unas tristes ruinas.

Frente Suroeste, excavado en el pasado.

 

 

 

Frente Este.

 

 

Torre circular situada en la parte más alta del castillo. Justo en su centro han colocado una antena.

Fue construido a principios del siglo XIII ante la amenaza que suponía la reconquista cristiana. Castillo musulmán que perteneció a Al-Azraq, quién lo perdió en 1258 a consecuencia de la sublevación que el mismo provocó ante los incumplimientos de los pactos con los cristianos. Tras ser tomado por Jaime I, éste lo donó a Arnau de Romaní con la obligación de poner custodia y defender el territorio. Luego pasó a Bonanat de Guía, a Pere de Bebegal, arcipreste de Daroca y luego a la Corona. Incluido en la baronía de Pego, lo cedió Jaime I a su hijo Pedro en 1262. Dos años después pasó a Ade de Paterna. Alrededor de 1280 se abandonó el castillo, trasladándose la población a la recién fundada villa de Pego, situada en el llano. El señorío lo poseyó más tarde el hijo de Jaime II, Pedro de Aragón, conde de Ribagorza, quién lo permutó en 1325 con Hugo Folch de Cardona y Anglesola, de cuya familia pasó por sucesión a la de los Vilanova y luego a los Centelles, condes de Oliva y finalmente a los Borja.

 

 

 

Frente Suroeste.

El castillo dominando el llano a sus pies. Su excelente visibilidad le llevaba a controlar hasta el mar.

 

 

Cubo Sureste, de tapial sobre base de mampostería.

 

 

 

Esquina Sureste del recinto principal, con la misma fábrica que el cubo anterior.

 

 

Restos situados en el interior. Todos ellos son muy escasos, de tapial y de poca altura.