Vista meridional del castillo.
En un elevado cerro a unos dos kilómetros de la población. Se puede llegar desde un estrecho camino que nace en las piscinas municipales y que lleva a Algimia. Aproximadamente a mitad de camino nace un sendero con cartel indicador, a la derecha. Hay que seguirlo y nos llevará directamente al castillo.
Mal estado. En al año 2009 fueron consolidados sus restos, transformando demasiado la gran torre del Homenaje. No conserva puertas ni estructuras internas.
Año 2012
Año 1997
Castillo montano de forma más o menos rectangular bastante alargada, con dos recintos adyacentes. Presenta una longitud de 120 m. y una anchura máxima de 28, cubriendo un área de 2.760 m2 aproximadamente. En su parte Oeste se encuentra el albácar, de 915 m2 destinado a albergar gentes y rebaños. Y en su parte Este se alza la colosal torre del Homenaje, de cuatro alturas, reconstruída en el año 2009 después de estar en muy mal estado y haber sido intervenida con carácter de urgencia en varias ocasiones. La entrada al recinto se encontraba en el lado opuesto a la torre, es decir, al Oeste. En los dos lienzos laterales se distinguen grandes muros, mejor conservados en el lado Sur, pues hay zonas todavía almenadas e, incluso, un cubo intermedio muy desmochado. De su interior nada queda. Ante la puerta hay una explanada, probablemente el lugar destinado a la puebla, aunque no queden restos. Es de propiedad particular.
El aljibe cuenta con una superficie de 80 m2 y una capacidad de 160 m3, donde iban a parar las aguas de lluvia recogidas desde los tejados. Su único acceso era el pozo, situado todavía en el centro del patio de armas. Durante la limpieza y reparación del aljibe se encontraron piezas de cerámica decoradas con motivos geométricos y vegetales y una moneda de cobre que podría ser un dinero de Pedro IV de mediados del siglo XIII.
Interior del patio de armas.
Basamento de la torre Sur.
Su origen es musulmán pues se trataba de un monasterio fortificado o “ribat” de los monjes guerreros llamados “murabitin”. Su término cubría las actuales tierras de Algimia, Matet, Pavías y Vall de Almonacid, con una extensión aproximada de 70 km2. Tras su conquista por Jaime I en 1238, fue donado por éste al Canciller Real, el obispo de Barcelona, Berenguer de Palou, con todas sus tierras, aldeas y habitantes, como recompensa por la ayuda recibida en la conquista del reino de Valencia. No obstante, en 1245, Guillem de Montclús declaraba en juicio tener en feudo toda la parte que el rey había concedido al obispo. Pocos años más tarde hubo un pleito entre Rodrigo Díez y Arnau de Gurb, para recuperar la propiedad del castillo y sus términos. A Rodrigo Díez le sucedió su hija Sancha Ferrandis, que casó con Jaime Pérez, hijo de Pedro III y Señor de Segorbe. De esta manera quedaron unidos los dos señoríos hasta 1437, año en que Alfonso V vendió a Vidal de Castellá el castillo y su valle por 20.000 florines de oro de Aragón. Anteriormente, en 1430, Pedro III se había anexionado los territorios de don Fadrique por su traición durante la guerra con Castilla, incluyendo el castillo de Almonecir.
En 1525 se dictó que todos los moriscos del reino, en término de ocho días, se hiciesen cristianos y se bautizasen. Ello conllevó la sublevación general, refugiándose los moriscos en la Sierra de Espadán. En 1526 hubo un encuentro en la Vall de Almonacid entre las tropas de don Alfonso de Aragón, duque de Segorbe y los moriscos sublevados al mando de Selim Almanzor. Las tropas del duque sufrieron estrepitoso descalabro siendo obligadas a retirarse con cuantiosas pérdidas humanas, aunque meses después consiguieron sofocar la rebelión. Tras sucesivas herencias recayó la posesión del castillo en la casa ducal de Cardona. En 1581, Antonio de Cardona, duque de Sessa y barón de Almonecir, vendió el valle a don Dionisio de Reus por 33.000 libras, el cual lo donó a la condesa de Aranda.
El castillo visto desde el Norte.
Muro Sur del albácar. Se aprecia a la derecha la torre cuadrangular.