
Extremo Sur del castillo. Se aprecia la base de una gran torre, posible Homenaje, de clara factura árabe, que semeja una prolongación de las rocas.
Sobre un peñasco rocoso en el monte de la Rodana, a 684 metros de altura, un kilómetro al Noroeste del pueblo. Se accede a él por el camino de la Rodana, hasta un collado del que parte un sendero que conduce hasta la roca. Tiene un dominio visual del valle del río Palancia realmente apabullante, no en vano desde él se controlaban los movimientos de tropas desde Segorbe y se alertaba al resto de fortalezas y poblaciones de la sierra, generalmente musulmanas, de los peligros cristianos. También es conocido como Castillo de la Rodana.
Muy mal estado, prácticamente desaparecido.

Extremo Norte del castillo y único lugar por el que es accesible. Se observa un lienzo de origen romano.

Castillo roquero de pequeño tamaño, de planta irregular alargada de Norte a Sur. La roca donde se sitúa es completamente inaccesible por el Este, Sur y Oeste. Tan sólo por el Norte se puede penetrar a su interior y aquí debió estar la puerta. Se encuentra muy arruinado. Apenas se aprecian algunos muros de su perímetro y restos de un posible aljibe. Los farallones rocosos están integrados en sus defensas. Su importancia defensiva no debió ser mucha pero sí, su puesto de observación, privilegiado e indispensable para controlar los movimientos de tropas.

Peña rocosa donde se asienta el castillo. Al fondo se observa la Sierra Calderona, y en medio, el valle del río Palancia.
Existen restos romanos en su cimentación, por lo que debió ser un puesto vigía de la ciudad de Segóbriga (Segorbe), avanzadilla hacia la Sierra de Espadán. A partir de 1233 fue lugar de llegada de musulmanes salidos de la Plana castellonense tras la conquista de Burriana. Hacia 1238 debió ser tomado Almedíjar por Jaime I, y luego donado por el rey a Bernardo de Bort, comendador de Alcalá, de la Orden del Temple. Perteneció al Temple hasta 1312. En 1526, en las inmediaciones del castillo tuvo lugar la batalla que llevó a la definitiva derrota de los moriscos sublevados de la sierra, frente a las tropas de Alfonso de Aragón, duque de Segorbe. Perteneció a Bernat de Sarriá y después a Siarno de Fanfans.
Lienzo romano, en el extremo Norte del castillo.
