Castillo de Alcudia

 

 

Pequeño alterón donde, posiblemente estuviera el castillo.

En la partida del Castellet, junto al camino de Benimodo, al Noroeste de la ciudad, posiblemente en el alterón que existe junto al cementerio. A esta zona los vecinos la conocen como “La Pobla”.

Desaparecido por completo. Origen musulmán, transformado en palacio por su señor don Pedro de Montagut. El castillo contaba con una ermita bajo la advocación de Nuestra Señora del Castillo. En el siglo XVII ya se encontraba en bastante mal estado, pues en 1609 se indica que estaba apuntalado por la parte de Benimodo y muy deteriorado.

Origen musulmán. Jaime I la donó en 1238 a Pere de Montagut, juntamente con Carlet y Alfarp, el cual otorgó carta-puebla en 1252 a 54 repobladores cristianos. Toda la familia Montagut, durante siglos, tuvo su casa solar y centro neurálgico en el castillo-palacio de Alcudia. En 1272 le sucedió su hijo, don Peregrí de Montagut, confirmándole Jaime I sus derechos. En 1344, Alcudia pasó a Pedro de Vilanova y Montagut. En 1348 obtuvo de Pedro II el título de Villa, separándose de Alcira,  a cuya jurisdicción civil y criminal estaba sometida. Pedro IV, en 1382, vendió Alcudia a Pedro de Montagut y Vilanova, convirtiéndolo en señorío jurisdiccional, con mero y mixto imperio y alta jurisdicción, por 11.000 sueldos. A principios del XVI se creó la baronía de Alcudia y Resalany, siendo su primer señor, don Pedro de Montagut. En 1516, éste hizo testamento a favor de su sobrino, Juan de Ribelles, con la condición de que tomara nombre y armas de los Montagut. Durante las Germanías destacó por su gran militancia agermanada debido al gran número de artesanos de la seda. La población se enfrentó a su señor, Juan de Montagut y se negaron a pagar los derechos feudales. Con la derrota y la represión consiguiente hubo que indemnizar al señor con 10.000 ducados y al rey con 2.000. Don Juan de Montagut y Ribelles fue el verdadero organizador del señorío, dio forma definitiva al mayorazgo, salvó la delicada situación de las Germanías y legó a su sucesor un señorío con rentas solventes y vasallos dóciles. En 1609 fueron expulsados los moriscos, quedando Resalany despoblado para siempre. En 1645 se creó el condado de Alcudia, cuyo primer titular fue Gonzalo Escrivá d’Ixar. Durante la Guerra de Sucesión fue cuartel de las tropas borbónicas del duque de las Torres. Los beneficios de la artesanía de la seda propiciaron el surgimiento de una poderosa burguesía agrícola que controló el gobierno municipal y se enfrentó, a partir de 1730, al conde, intentando anular sus derechos e incorporar la villa al Real Patrimonio. A finales del XVIII el mayorazgo de Alcudia y Resalany pasó a los duques de Almodóvar.