Castillo de Ahín

El castillo visto desde el Sur.

Alrededor de un kilómetro al Sur del pueblo, sobre una loma alargada de 626 m. de altura, ubicada en medio del vallecillo que forma el río Anna, también llamado de la Caritat. Se accede a él por un bonito y pintoresco sendero señalizado que tiene su comienzo en el calvario de la población.

Muy mal estado. Su deterioro es constante y no se hace nada por evitarlo.

Torre del Homenaje vista desde diferentes ángulos.

Pequeña fortaleza de tipo montano, con planta irregular adaptada al espacio disponible en la meseta superior del monte donde se sitúa. En el centro se levanta la torre del Homenaje, de planta circular, y que cuenta con algunas saeteras orientadas a diversos frentes, lo que sirve para comprobar la disposición de sus plantas. En el flanco Norte del recinto quedan dos torres arruinadas y un aljibe cegado por escombros. Contaba con un foso frente a la cortina Sur, excavado en la roca, que facilitaba la defensa ante un ataque desde la loma Sur, al encontrarse a la misma altura y convertirse en padrastro. Su aparejo es la mampostería. Unos 80 m. al Sur, en el extremo de la meseta, tiempo después se alzó una torre-atalaya con el objeto de cubrir este sector ante el posible avance enemigo.

Cubo Noroeste.

Restos del cubo Noreste. Se observa su mal estado y su precario equilibrio. En cualquier momento puede venirse abajo.

Vista del castillo desde el Norte, desde la carretera de Almedíjar.

Fue levantado por los árabes y conquistado por los cristianos en 1238. Formó parte de la jurisdicción del cadí musulmán de Eslida quién, por decisión de Jaime I, ejercía su autoridad política y religiosa sobre los núcleos mahometanos que habitaban en la zona y que continuaban practicando su religión, usos y costumbres. Perteneció a la baronía de Jérica, y cuando en 1369 murió Juan Alonso de Jérica sin descendencia, pasó el señorío a la Corona. En 1372 fue concedido al infante Martín, quién casó con María de Luna, señora de Segorbe, por lo que quedó Ahín comprendido en el Ducado de Segorbe hasta que volvió al patrimonio real en el siglo XVI. En 1525, gran parte de los sarracenos de Ahín se refugiaron en lo más intrincado de la sierra para eludir la orden de bautismo o expulsión. Junto con los de Ahín se reunieron muchos otros moros de la comarca, hasta llegar a 4.000. En el llamado Alto de la Batalla, frente al castillo, libraron un combate con las tropas cristianas de Gaspar de Montsoriu, siendo derrotadas.