Se encuentra en pleno centro urbano, en la Plaza Mayor. Su estado es magnífico.
Es un magnífico ejemplo de casa consistorial típica del Bajo Aragón construida a finales del siglo XVI (1576) conjugando elementos góticos y renacentistas. Tiene tres plantas y tres de sus cuatro fachadas están exentas, ya que, la posterior está adosada a una manzana de casas que separan dos calles que dan a la plaza Mayor. Las tres fachadas de piedra de sillería, son diferentes entre sí. La fachada principal es renacentista y tiene, en la planta baja, un arco rebajado de acceso a la lonja. En la planta noble se encuentra un balcón corrido (descentrado) en el que se abren dos puertas con decoración manierista y sobre ellas dos frontones curvilíneos partidos con pináculo. La tercera planta tiene una galería de arquillos de medio punto (típica en los edificios renacentistas aragoneses) que, en lugar de estar rematada con el típico alero, tiene una serie de torrecillas que simbolizan las almenas de una fortificación militar y un reloj de 1923.
Pero lo que nos interesa aquí de este edificio son los dos garitones situados a ambos lados de la fachada principal. Son de forma cilíndrica y cuentan con tres aspilleras cada uno. El edificio debió contar con un camino de ronda, ahora desaparecido, para acceder hasta ellas cuya entrada se encuentra en su parte posterior. Probablemente se levantaron durante las guerras carlistas.


Garitón Este.


Garitón Oeste.


Parte trasera de los garitones, donde se aprecian sus entradas y la ausencia del camino de ronda.