Alquería del Trinquet

 

Esta imagen está tomada desde la puerta de la finca, en el flanco Suroeste.

 

 

En su parte opuesta, al Noreste, existe una pequeña puerta tapiada.

La podemos encontrar en medio de los naranjales, a 300 m. al Este del casco urbano. Se llega hasta ella a través del llamado camino del Trinquete, que partiendo del camino de Fuente Encarroz a Gandía llega hasta los mismos muros que la protegen.

Muy mal estado. La alquería y sus edificios anejos están en la más pura ruina. Incluso de la torre se ha desplomado parte de un flanco. El muro que la defiende está intacto.

Alquería fortificada. Destaca entre el conjunto de edificios la torre y el muro perimetral. Recibe este curioso nombre porque dispone de un trinquete para jugar a pelota valenciana. Se encuentra adosado al muro Suroeste, junto a la puerta, rectangular, con unas medidas de 43 x 5 m. Esta alquería, ya citada a principios del siglo XVI, tiene la estructura de alquería con patio, alrededor del cual se distribuyen los distintos edificios de la misma. El cuerpo principal de la alquería destinado a residencia del dueño, dispone de dos plantas y sus ventanas recaen únicamente a la fachada principal. Junto a éste y con una planta más, destinada a cambra se ubica otro cuerpo con arcos de ladrillo posteriormente cegados.  En la parte posterior de estos se ubica el patio, al que se accede a través de un hueco con arco y cerrando el mismo las construcciones destinadas a las labores agrícolas de la finca. Todos ellos de dos plantas.

 

 

¿Posible matacán? ¿Letrina?

La torre destaca entre los naranjos por su gran altura y esbeltez y constituye un hito en el paisaje de la zona desde hace 500 años. ​Se sitúa en la esquina Sureste de la alquería. Cuenta con una altura de unos 16 m. y planta casi cuadrada con cubierta a cuatro aguas. En sus caras se aprecian varias aspilleras. En su interior se ubica una escalera de bóveda tabicada de ladrillo. Su muro Noreste ya se ha desplomado en parte. Responde además de la necesidad de vigilancia como de defensa ante los asaltos de bandoleros y de piratas berberiscos, frecuentes en la costa.

El muro perimetral es de mampostería de cantos rodados de gran tamaño con abundantes fragmentos de teja intercalada, de unos 5 m. de altura. Tiene una longitud de 700 m. encerrando una superficie de 3 Ha. aproximadamente. Se dice en algunas fuentes que este muro dispone de elementos defensivos, como aspilleras y un matacán. Las aspilleras no tuvimos la suerte de encontrarlas y el posible matacán es una extraña construcción de ladrillo situada en un punto que no defiende nada en especial.

 

 

 

Esquina oriental del muro.

Origen musulmán (siglos XI-XIII). Como pertenencia de Almoines existía una alquería principal, Alfarrasí (Alharrazín, en el Llibre del Repartiment, año 1240), y cuatro alquerías menores, en su mayoría rafals o heredades particulares. La Alquería del Trinquet debió ser una de estas últimas. En el año 1384, Joan de Quintavall, propietario de las alquerías de Alfarrasí, Rafassanna y otras (conocidas como las alquerías de Quintavall), aprovechando la situación estratégica de aquellas tierras, habilitó una taberna, con sala de juegos de azar y habitaciones para las prostitutas musulmanas. Se cree que fue en la actual alquería del Trinquet. Al poco tiempo, Quintavall fue denunciado por las autoridades de Gandía porque amenazaba con acabar con la hegemonía del burdel del Rabal islámico de la villa de Gandía. El año 1398 la alquería del Trinquet aparece en el documento de venta de las alquerías de Quintavall a la Almoina de Pobres de la Catedral de Valencia. ​Durante los siglos XVI al XIX, la torre, el huerto cerrado y la alquería del Trinquet pertenecieron a los duques de Gandía. Tras el fin de los señoríos en 1837 perteneció a diferentes propietarios. Hasta el año 1859 perteneció a los Vallier, familia francesa establecida en Gandía. El año 1859 Luis Vallier vendió la alquería de la Torre y sus tierras, 75 hanegadas, a un vecino de Oliva, Venancio Vives Cuesta, quien plantó de naranjos el huerto a partir del 1867, siendo así el primer huerto de naranjos del término de Almoines. Entre 1868 y 1879, la propiedad estaba arrendada a un labrador de Oliva, quién por su afición a la pelota, construyó aquí un trinquete. De ahí que se quedara el nombre de alquería del Trinquet, que todavía mantiene.