Castillo del Peñón del Moro

 

 

Peñón del Moro visto desde el Norte.

En una espectacular peña encima de las casas, formando un estrecho paso en el valle del río Nacimiento, al Norte del pueblo. Entre el Peñón del Moro y la Peña de la Reina, cada uno a un lado del río, controlaban el camino antiguo de Almería a Granada por este valle. Su acceso es imposible debido a unos derrumbes que han destruído el estrecho senderillo de ascenso. También es llamado Castillo de Hizán.

Los principales elementos que han sobrevivido son un aljibe y algunos fragmentos de muralla realizada en mampostería con mortero de yeso directamente sobre el borde de la roca.

 

 

 

Peñón del Moro visto desde el Sur.

Pequeño castillo roquero, quizá un puesto vigía o una torre simplemente, pues el espacio en lo alto de la roca es muy escaso. Desde las últimas casas del pueblo se distinguen algunos lienzos de mampostería muy arruinados, y en la parte de atrás, sobre el río y la carretera se ven los muros de tapial del aljibe. El aljibe es de planta rectangular (5 x 1’7 m), con muros de 1’7 m de espesor. Quedan restos de la bóveda que lo cubría. El elemento más curioso del castillo es alto pilar piramidal y los restos de un muro del mismo aparejo que el pilar (mampostería trabada con mortero de cal) que cerraba un camino de acceso al castillo en un punto en el que había una abertura de una chimenea natural que habría permitido, por el interior, el acceso al castillo. El pilar conserva unos 10 m de altura.

Esto es lo seguro, pero luego hay autores que indican que sus murallas se extendían a lo largo de las peñas para englobar el primitivo caserío, hasta llegar a la torre del Reloj, que debió ser la antigua torre del Homenaje. También existe una leyenda que dice que existe un pasadizo subterráneo que comunicaba el Peñón del Moro con el de la Reina, por debajo del cauce del río.

 

 

 

Restos de un muro de mampostería al borde del cortado rocoso.

El castillo fue construido durante la época emiral sobre un asentamiento romano previo. La importancia del castillo quedó reflejada en las crónicas de Hernando del Pulgar, que menciona su toma en 1490, tras la conquista de Alhendín durante la campaña de los Reyes Católicos para someter la Alpujarra. Tras la reconquista cristiana, la fortaleza perdió su función defensiva y fue parcialmente destruida, cayendo en abandono al poco tiempo. En 1504, Alboloduy pasó a manos de Sancho de Castilla y Enríquez, señor de Gor, como recompensa por su apoyo a la Corona de Castilla en la guerra de Granada. Durante este período, la fortaleza fue sustituida por nuevas estructuras defensivas en la zona. Tras la derrota de la sublevación morisca en 1570 y su expulsión posterior, Alboloduy quedó despoblado.

Muro de tapial perteneciente al aljibe.

Torre del Reloj, sobre un ligero promontorio en medio del casco urbano. Este es el lugar en que algunos autores sitúan una posible torre del Homenaje.